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C. O.
Jueves, 16 de marzo 2023, 19:03
La descarbonización va a suponer toda una revolución energética en los próximos años y, en ella, el hidrógeno renovable debe jugar un papel relevante. Así lo creen en la región un nutrido grupo de empresas y colectivos económicos y sociales que han dedicido unirse para poner en marcha la Asociación Castellano y Leonesa del Hidrógeno (H2CYL) de cara a «aprovechar las oportunidades que va a generar», tal y como destacó ayer, Rafael Barbero, director de la Fundación Caja de Burgos y presidente de la asociación, en la presentación de un colectivo que ya tiene unos objetivos claros definidos y calendarizados.
En siete años, para 2030, esperan haber instalado un gigavatio de eletrolizadores, con los que cubrir el 25% de la demanda nacional actual de hidrógeno (125.000 toneladas). También prevé la construcción de 16 hidrogeneras, la puesta en servicio de 25 vehículos de transporte público y entre 370 y 550 industriales propulsados por ese combustible y el desarrollo regional de la industria de los fertilizantes.
Pero también dejaron claro que para alcanzar esos retos, es impresincible «generar una regulación y garantizar una financiación». Aspectos en los que esperan contar con el respaldo de la Junta, que les ha mostrado su interés por formar parte de la asocición y que prevé hacerlo integrando el EREN.
De momento, la entidad nace con una veintena de asociados, entre los que están Centro Tecnológico de Miranda (CTME) y Aciturri, que en el marco de la iniciativa europea Clean Aviation, lidera el proyecto H2ELIOS. Ésta es una de las 25 iniciativas de generación de hidrógeno que suman una inversión cercana a los 9.000 millones.
En su intervención, Ginés Clemente, incidió en que «no hay duda» de que el hidrógeno renovable es «el combustible del futuro», por el que todo el mundo está apostando y en el que la industria tiene que estar. «Estamos convencidos de que hemos tomado el camino adecuado y que será un éxito y a corto o medio plazo».
La electricidad supone el 18% del consumo energético de la región. El resto se cubre con combustibles fósiles, principalmente gas natural y derivados del petróleo. Y en este punto es donde el hidrógeno tiene un papel alternativo fundamental en la descarbonización de industria y movilidad.
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