La Casa de Cultura mantiene su alto uso pese al traslado de la biblioteca

La mejor prueba de la alta demanda es que el Ayuntamiento ha tenido que postergar la colocación del nuevo equipamiento por no tener días libres. La ciudad ha invertido más de 13.000 euros en renovar el sonido, porque el actual ya estaba obsoleto y condicionaba muchos de los actos, pero hasta junio no podrá completar el cambio porque la agenda de la Casa de Cultura está repleta.

Para las asociaciones, reservar el salón de actos no es sencillo, ya que entre otras cosas es la sede de la Universidad de la Experiencia porque es la única dependencia con el aforo suficiente para acoger clases con cerca de dos centenares de alumnos.

El cine de Otrosojos o los conciertos del Ateneo son otros eventos que atraen numeroso público y que forman parte de la programación estable, que se completa con muchas actividades puntuales que por sus características no tienen cabida ni en el Apolo ni en la nueva biblioteca.

Recientemente los estrenos del colectivo teatral Studio 46 y una charla de la Fundación Cantera han llenado las butacas. En breve pasarán los alumnos del Conservatorio en su actuación de final de curso. «El índice de ocupación es muy elevado», reconoce el concejal Carlos Díez Javiz, quien considera «imprescindible» la coexistencia de la Casa de Cultura con el resto de instalaciones para mantener la oferta de la ciudad. Es más, hacen falta nuevas dependencias porque hay patas que se quedan cojas. Por ejemplo, el edil es consciente de las limitaciones que tienen los artistas locales, que tras el cierre de las salas de Caja de Burgos y Caja Círculo, dependen de los pocos bares que organizan exposiciones y de conseguir una fecha en la Casa de Cultura. El problema es que la lista de espera es larga.

Por este motivo, pretende convertir la antigua biblioteca en una tercera sala para exposiciones y atender así una necesidad cultural. Además, el edil ha anunciado su intención de habilitar también otra dependencia multiusos porque las dos que hay en la planta baja son insuficientes para todas las peticiones. La idea es que tenga algo más de aforo.

La obra está proyectada pero deberá esperar a que el Servicio de Atención Ciudadana (SAC) pueda volver a su lugar habitual en el Ayuntamiento, ya que se están realizando trabajos de reforma que han obligado a trasladarlo temporalmente a la Casa de Cultura.

En cuanto el SAC retorne a la calle Racimo, desde el departamento de Cultura se dará luz verde al acondicionamiento de los espacios de la Casa de Cultura. «Es una de las instalaciones municipales más demandadas y ofrece un buen servicio», afirma Diez Javiz.