Caja de Burgos prevé destinar un tercio del jardín de la Casa de las Cadenas a un auditorio

Pero, a buen seguro, la propuesta de intervención que ahora está sobre la mesa va a conllevar una de las actuaciones más transformadoras de ese entorno desde hace muchas décadas. De hecho, su ejecución implica un cambio previo en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), concretamente en el apartado que afecta a la norma de protección y reforma interior del conjunto histórico de la Casa de las Cadenas, al que ayer dio el visto el visto bueno inicial la Corporación. Lo hizo por unanimidad.

Respaldo a partir del que se abre un periodo de dos meses para que se consulte y se puedan presentar alegaciones, si así se considera, a un proyecto de intervención que pretende convertir el palacio, junto a cuatro casas de la calle San Llorente, en un centro económico, social y cultural, con auditorio incluido.

Una infraestructura que, para tener encaje físico en ese espacio, teniendo en cuenta que la Casa de las Cadenas, por su protección integral, no se va a tocar, va a conllevar la ocupación de parte del jardín actual del complejo. Concretamente, está previsto edificar un tercio del mismo, el que coincide con parte de las fachadas traseras de las casas de San Llorente que se van a demoler.

Se pretende ocupar la zona que va desde el portón de madera que da acceso al jardín por Independencia hasta la fachada lateral de La Higuera. Una espacio que no siempre estuvo libre. Parte del mismo lo ocupaban construcciones auxiliares de los edificios. Así se ha podido constatar con fotos antiguas y también con el estudio arqueológico realizado hace unas semanas, ya que el informe preliminar ha confirmado la existencia de cimentaciones.

Pero ya no están y, la protección que la normativa actual de Urbanismo y Patrimonio da a la casa se extiende a todo lo que en estos momentos se considera zona verde; y, por tanto, impide que ahí se construya nada. Eso es lo que se quiere cambiar con la modificación del PGOU. «Basándonos en el criterio histórico de que no todo fue jardín, hemos pedido que la zona que tuvo edificaciones pueda ahora también ocuparse», explicó Félix Escribano, arquitecto encargado de redactar el proyecto que se quiere llevar a cabo.

De este modo, «se generará un espacio edificable que encaja muy bien con la dimensión de una sala escénica, de un tamaño medio que se quiere incorporar, y que va a permitir completar el programa de necesidades que tenía Caja de Burgos para este equipamiento» dentro del complejo. Pero para poderlo hacer también es necesario otro cambio normativo, uno que califique ese espacio como zona de equipamiento privado, con categoría cultural social.

La idea es levantar desde San Llorente un edificio contemporáneo que mire al Ebro por encima de la tapia de Independencia. «Se va a asomar y se va a poder establecer ahí una relación con Allende-Ebro, con el otro lado, que puede resultar bonita». Si bien, la cercanía del agua y el riesgo de inundaciones ya les están llevando a estudiar soluciones que permitan un cierre más estanco del portón de Independencia. A hacer sótanos renunciaron desde el principio.

También será la nueva construcción la que garantice la accesibilidad, ya que será ahí donde se emplace el ascensor y el núcleo de comunicaciones del complejo; así como todos los sistemas técnicos y los equipos. De este modo, la intervención en el palacio será la mínima necesaria para acondicionar espacios para el aula de medio ambiente y la zona de apoyo al emprendimiento, entre otras.

«Se va a poder hacer una restauración bastante respetuosa del palacio y se generará un desarrollo de manzana que nos parece muy coherente con lo que históricamente se ha venido haciendo», valoró.