Azucarera acelera en Miranda el refino de caña que volverá a parar para derribar su chimenea
Una inspección a vista de dron detectó pequeñas fisuras en la construcción de ladrillo y se ha optado por demolerla en cuanta tengan los permisos
Cristina Ortiz
Lunes, 27 de octubre 2025, 23:44
Azucarera retoma el ritmo y refina ya unas 600 toneladas diarias de azúcar de caña de la calidad exigida. Comenzó a salir el pasado viernes, ... cuando fueron capaces de procesar unas 100, tras dedicar varias jornadas anteriores a calentar las instalaciones y retomar las tareas de procesado de la carga del segundo barco procedente de África que había sido descargado en el puerto de Santander a la espera de recibir la autorización ambiental de la Junta.
Pero ahora no saben si van a poder tratar toda la materia prima antes de volver a parar. Va a depender de cuándo lleguen a la dirección de la empresa las autorizaciones para una nueva obra que van a tener que acometer: el derribo de la chimenea de ladrillo por la que sale el humo de la caldera.
Meses atrás, una inspección de las instalaciones a vista de dron detectó unas pequeñas fisuras en la edificación y ya entonces se decidió su demolición y su sustitución por una nueva por motivos de seguridad. Al mismo tiempo, se empezó a trabajar en la búsqueda de una empresa especializada que pudiera hacer esa trabajo de manera casi manual, para no dañar los equipos que la fábrica tiene en la planta baja del edificio desde el que emerge ese respiradero.
Una vez que la tienen, están a expensas de recibir la licencia de otra y las autorizaciones necesarias para ejecutar los trabajos. De cuándo puedan empezarlos va a depender si les da tiempo a completar el refino de todas las toneladas de caña desembarcada en Santander o tienen que dejar parte allí en el almacén para sumarlo al material de la segunda campaña que, si las previsiones no fallan, empezarían a recibir en mayo o junio de 2026, atendiendo a un borrador de un plan de trabajo que prevé que ya les toque refinar el contenido de tres buques. «La sustitución de la chimenea se quiere hacer lo antes posible, por lo que en cuanto se reciba el permiso se parará la campaña», reconocían responsables sindicales.
Además, tampoco saben cuánto tiempo van a tardar en materializarse los trabajos entre la demolición y el montaje de una nueva chimenea;por lo que han decidido que se pare la campaña en el momento que se vayan a iniciar la sustitución de los elementos y sumar lo que falte por procesar a las cantidades del año que viene. «Los temas de seguridad son prioritarios y no se quiere asumir ningún tipo de riesgo, aunque consideremos imposible que haya cualquier desprendimiento o problema con esa infraestructura».
Por otro lado, una constructora mirandesa trabajaba ayer en la reparación de una de las balsas de acumulación de restos al otro lado de la N-1 para garantizar que no tiene ninguna grieta por donde se pueda filtrar el líquido que viertan cuando sea necesario su llenado. Actuación paralela a la depuración que se está realizando.
De todos modos, los trabajadores se muestran satisfechos con cómo está yendo este segundo arranque de su primera campaña de refino. A los cuatro días de encender la caldera «ya estaba saliendo una producción con buena calidad, aunque no en las cantidades deseadas. El inicio ha sido rápido». Una experiencia importante de cara al próximo año. Para entonces, confían en tener implantado el quinto turno, que ya están planificando con la empresa.
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