Avanzan las obras de la calle Arenal

«Todo se está desarrollando dentro de los plazos previstos, no ha habido ninguna contingencia y para la próxima semana estarán terminadas las dos aceras, se abrirá el paso peatonal y el acceso a los garajes, así que creo que en este caso al hablar de esta obra todo son buenas noticias», apunta el concejal responsable, Adrián San Emeterio, que anunció también que «una vez que han llegado las farolas se están colocando en ese tramo» y lo que va a quedar en espera es «el resto de mobiliario urbano, papeleras y bancos, así como el arbolado».

El edil se ha mostrado satisfecho por el ritmo al que se están llevando a cabo los trabajos que se plantearon para dos meses «y se está cumpliendo. Queríamos que los comercios afectados tuvieran la posibilidad de trabajar con normalidad en la campaña de Navidad, y eso va a ser posible, van a poder trabajar con normalidad y eso es importante. Igual habría venido bien terminar un poquito antes, pero estamos en plazo».

Llegan las fiestas y por lo tanto a partir de esta próxima semana se percibirá un parón que se mantendrá hasta que acabe la Navidad. «No sé si será exactamente el día 8, pero inmediatamente después de que pasen las fiestas se iniciará la siguiente fase», que en este caso a la zona que afectará será a la calle Cid.

El responsable de la obra apuntaba que sí, que la idea es la de «volver a ponernos manos a la obra el día 8, sí». Es lunes y eso facilita que la reanudación se empiece en esa jornada.

Los trabajos en esta zona implicarán la modificación del sentido del tráfico en algunos puntos, cambios que se irán anunciando a medida que tengan que hacerse efectivos.

También en este tramo se ha previsto que las obras duren alrededor de dos meses, así que todo apunta a que será a finales de febrero o principios de marzo cuando acaben allí los trabajos de reurbanización y la maquinaria se desplace en ese momento hasta el siguiente tramo de Arenal.

Cuando concluyan es cuando todas las zonas que presentarán inicialmente un aspecto de semiacabado se irán rematando con los pertinentes asfaltados y la colocación de todo el mobiliario urbano y arbolado.

Marian Asensio es una de las que ya ve más cerca el final del túnel porque el tramo en el que se encuentra su establecimiento está ya prácticamente acabado a falta del asfaltado y la colocación del mobiliario Urbano y el arbolado. Ha 'sufrido' por lo tanto los trabajos y en este momento apunta que «la empresa ha trabajado bien, no tengo quejas más allá de las molestias que siempre se producen cuando hay obras. Ha habido tres semanas que esto estaba muy cortado y era difícil el acceso a la tienda y sí se ha notado mucho en tema ventas y ha sido duro».

En la reunión que los afectados por esta reurbanización de Arenal mantuvieron con el Ayuntamiento y la empresa adjudicataria la principal preocupación que mostraron los que, como Marian Asensio asistieron, fue sobre cómo afectarían las obras a la campaña de Navidad. «Es una época que empieza a partir del puente, así que todo ha sido un poco ajustadillo pero bueno, es lo que toca y no nos queda otra. Tenemos que entender que todo esto va a ser para que en un futuro tengamos todo en mejores condiciones».

Incidiendo en los tiempos reconoce que «una vez que se iniciaron las obras la empresa ha cumplido con todos los plazos y está trabajando bien, pero si hubieran podido empezar una semana antes algo habríamos ganado para las ventas en esta campaña de Navidad que es tan importante para nosotros».

Ha habido en estos casi dos meses «ruido, polvo, suciedad, cosas habituales pero también hay que decir que para el miedo que teníamos a una obra tan grande y de tanto tiempo ha ido y va todo bastante bien. Intentan ser cuidadosos y la verdad es que eso también se agradece».

Tenía ya experiencia y recuerda que en su caso en el tema de molestias «llueve sobre mojado porque cuando se hizo el otro tramo hace dos años aquí tuvimos la caseta de obra y estuvimos cerrados cuatro meses pero bueno, esperemos que sea para bien».

La entrada al establecimiento de informática que regenta Ricardo Gallego está en el pasadizo que conecta la calle Arenal con la Plaza Alfonso VI, circunstancia que «permite que mis clientes puedan llegar sin tantos problemas. Tengo otro acceso así que en mi caso el perjuicio ha sido menor que el que han tenido otros, aunque sí que es verdad que algunos como vienen con peso al no poder llegar con coche han ido a otros comercios».

Una vez que se está llegando al final de la fase en el tramo en el que se encuentra Ecomputer apunta que «pensaba que iba a ser peor. Ha habido algún día en el que no podía acercarse nadie por aquí, pero en general las cosas han ido bastante bien. Dentro de las molestias y los perjuicios lógicos la empresa está trabajando bien y sin demoras». Puso incluso como ejemplo que tuvieron que parar un poco el ritmo porque no llegaban las farolas «pero para no estar brazo sobre brazo empezaron a colocar las baldosas de la acera, así que yo creo que podemos decir que hacen las cosas bien».

Y hablando de las aceras no sin ironía apuntó que «a lo mejor decido cambiar de negocio y monto una terraza porque es hiperancha y podría montar un cibercafé. Todo estará calculado, supongo, pero a mí me parece enorme». Con esta modificación del espacio dedicado a los peatones lo que va a ocurrir es que van a desaparecer en ese lado los aparcamientos y eso sí considera que «va a ser perjudicial para mi negocio pero bueno, se ha decidido que sea así y lo que está claro es que va a quedar un espacio más agradable para los peatones y que el conjunto va a quedar bonito».

También argumentaba Ricardo Gallego que durante el tiempo que han durado los trabajaos si en algún momento «necesitábamos algo, si hablabas con los chicos, si lo hacías de modo razonable, te ayudan, o sea que yo creo que no podemos quejarnos de como han ido las obras».

Está Azabache también en la calle CId, pero su zona no va a ser una de las modificadas y al tener justo frente a su escaparate la caseta de obra y zona de almacenamiento de las obras tanto de la calle Arenal como de Cid «nos ha tocado quizás la peor parte de todo esto porque sufrimos todos los inconvenientes que tiene cualquier obra y, cuando acabe, aquí no vamos a percibir ninguna novedad», argumenta Beatriz Gracia, que lamenta que «sea en esta época porque en mi caso tengo un ángulo desde el que el escaparate no se ve, así que si la gente no viene expresamente a comprar, pues es difícil que pasen porque no ven que estamos aquí, y al estar en plena campaña navideña nos ha perjudicado».Recurre en cualquier caso también al tópico de que «para que algo esté bien primero tiene que estar mal», y reconoce que pese a las molestias «le empresa trabaja bien, con orden y limpieza y si hay algún problema avisa y eso se agradece».

En la calle Cid aún no saben lo que les espera. En enero llegarán allí los trabajos y Beatriz Fernández, habiendo visto cómo les han ido las cosas a los demás lo que dice es que «intento ser positiva porque no nos queda otra y lo que creo es que tendremos que sufrir un tiempo y que luego diremos que ha quedado bien. Es un fastidio estar algún tiempo con la zona intransitable, pero estamos viendo que en las otras calles parece que trabajan bien».Comentaba que algunos de los afectados «estamos peleando para ver si en vez de dos filas de aparcamiento ponen solo una, y se quedan en un lado, y así seguiríamos la misma morfología que en los otros tramos aunque habría que ver en qué acera concreta. Nos gustaría pero no es algo que nosotros podamos decidir». Tampoco sobre el momento así que «igual hace mal tiempo y nos tocará sufrirlo, pero cuando todo acabe ver las calles bonitas siempre está bien».

El tramo en el que se encuentra el restaurante Mima será el último en ver alterada su vida habitual, cuando acaben los trabajos en la calle Cid, es cuando le llegará el turno a esa zona de Arenal, y Rocío Oñez, que ya está viendo como afectan los trabajos de reurbanización a sus vecinos, apunta que «lo que espero es que cuando llegue la obra a nuestro sitio pase pronto. La empresa se ve que hace las cosas en plazo, pero claro eso es rápido para los que pasan por la zona de largo, pero cuando te toca, parece que las molestias, lógicas en una obra, se eternizan».Insiste en que tener en la puerta de tu casa los trabajos «nunca viene bien», pero reconoce también que «cuando luego ves el resultado queda bonito. Es lo que hemos visto en otras obras que ha hecho esta misma empresa», que considera también que «trabaja a buen ritmo. Son constantes y yo lo que espero es que nuestro tramo empiecen a hacerlo antes de lo previsto que es febrero o marzo».