El albergue cerrará durante los meses de verano en Miranda por las obras de mejora energética
La Junta ya ha confirmado a la UBU que podrá disponer de las plazas para los estudiantes a partir de septiembre
Raúl Canales
Jueves, 12 de junio 2025, 00:02
El albergue ha acogido el fin de semana a más de cien músicos. Aunque la imposibilidad de reservar con antelación ha quitado el sueño durante ... meses a los presidentes de varias cuadrillas, al final todas las que lo necesitaban pudieron alojar a sus charangas en el Fernán González durante las fiestas de San Juan. Otras peñas prefirieron no arriesgar y buscaron alternativas.
El motivo por el que desde hace tiempo no se pueden reservar habitaciones hasta quince días antes es que el albergue está pendiente de unas obras de eficiencia energética que no tenían fecha concreta para su ejecución. Ahora ya se sabe que los operarios comenzarán a trabajar a principios de julio, por lo que durante el verano, el Fernán González permanecerá cerrado o con servicios muy mínimos ya que el plazo previsto para la renovación de ventanas y mejora de la calefacción es de dos meses. De hecho, la Junta no ha incluido a Miranda entre las sedes de los campamentos estivales como otros años porque en esas fechas la instalación no estará operativa.
La inversión estimada ronda los 90.000 euros. Un poco más de la mitad de esa cantidad irá para cambiar las ventanas más antiguas de una parte del albergue, ya que hay un sector de habitaciones con ventanas nuevas. El resto del dinero se empleará en mejorar el sistema de agua caliente y la calefacción.
Las obras se han adjudicado mediante contratos menores, un trámite que agiliza los plazos, ya que la idea es que como muy tarde, para finales de agosto, el albergue abra nuevamente sus puertas con normalidad. La mejor prueba de los plazos que baraja la Junta es que ya ha confirmado a la Universidad de Burgos que podrá disponer de 20 plazas fijas para el próximo curso académico para todos aquellos estudiantes que se matriculen en el grado que se imparte en Miranda.
Hace unos años, la Consejería de Familia ya invirtió 400.000 euros en sustituir la caldera para colocar una de pélet que obligó a adaptar todo el circuito. Los trabajos previstos ahora, apuntan a mejorar el rendimiento de este equipo, una de las causas por las que las obras se han postergado. Y es que será necesario cortar el agua caliente y la calefacción, lo que desaconsejaba acometerlas en verano. Para la sustitución de ventanas habrá menos problemas ya que se puede hacer por plantas y no afecta de forma tan directa a la reserva de habitaciones.
El dinero para acometer estos trabajos de mejora sale de fondos europeos que la administración regional ha decidido destinar al albergue de Miranda para que la instalación mejore los servicios que brinda a quienes se hospedan.
La reforma ha trastocado los planes de muchas personas y asociaciones que utilizan el albergue de forma regular cuando organizan eventos en los que traen invitados de fuera de la ciudad, y que han tenido que modificar sus planes ante la imposibilidad de reservar a largo plazo. Y es que la instalación tiene mucha demanda por la calidad de las prestaciones, la comodidad del recinto, el número de plazas y el módico precio.
También los trabajadores manifestaron públicamente sus quejas por el secretismo de la Junta respecto a las obras, una falta de información que dificultaba que los empleados pudieran conciliar su vida laboral con la familiar. Sin ir más lejos, con tan poca antelación en las reservas es difícil coordinar los turnos o las vacaciones, unas molestias que hicieron que la plantilla acabara levantando la voz ante la sensación de incertidumbre que se respiraba en los últimos meses.
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