Afami se adentra en la realización de talleres formativos para cuidadores de enfermos de Miranda

Sin duda el elevado número de usuarios implica que existe también otro importantísimo de personas que se encargan de atender las necesidades de los afectados por el alzheimer y otras demencias. Después de recibir atención en Afami los usuarios regresan a sus domicilios y allí es donde comienza la labor de los cuidadores, en su inmensa mayoría familiares de los enfermos. De ahí que una de las preocupaciones recurrentes entre los responsables de la asociación sea «ofrecer formación y apoyo a los cuidadores, que necesitan cuidados y deben estar bien para poder atender a sus enfermos».

En noviembre del pasado año se puso en marcha la primera iniciativa de estas características y «tuvo una magnífica acogida». Tan es así, que acabaron formándose veinticinco familiares cuidadores en diferentes talares.

Al ser la primera experiencia las actividades se desarrollaron durante un mes, concretamente en noviembre, y en ese tiempo se realizaron ocho talleres. El resultado fue «muy positivo y como han sido muchas las personas que nos han vuelto a solicitar que hiciéramos estos talleres, los hemos vuelto a retomar». Se van a desarrollar durante este mes y parte del próximo mayo.

Tomando como base la primera experiencia en esta ocasión «vamos a hacer doce talleres formativos, realizaremos los mismos que el año pasado y otros cuatro más», talleres en los que se tratan aspectos como la comunicación, la resolución de conflictos, el sentimiento de la persona enferma, el duelo, la disfagia y sus problemas asociados, las movilizaciones o la relajación para que quienes acuden «generen una serie de habilidades para que el cuidado de su familiar sea más adecuado y que también ellos se cuiden».

Entre las novedades de este año se ha incluido un taller en el que se aborda la ley de dependencia, tutela y discapacidad, en el que se aborda como pueden solicitar ayudas «tanto administrativas como económicas o de servicios para paliar las inversiones que tienen que hacer para cuidar a sus enfermos».

Para atender las necesidades de  los 170 usuarios que acuden a Afami cada día la asociación cuenta con una plantilla de 43 trabajadores que se ocupan de que las personas que utilizan los servicios reciban la mejor atención.

El número total de atendidos indica que las plazas están completas. Podría pensarse en una ampliación para acoger a más usuarios, pero en este momento «la espera para entrar es muy corta en el tiempo así que no nos lo planteamos. Para que esos demandantes puedan ser atendidos tiene que haber bajas, y la mayoría se producen porque «cuando el deterioro del enfermo es muy grande y la atención en casa después de pasar el día aquí se hace muy complicada las familias optan por el ingreso en residencias».

Con más o con menos, en Afami confían en poder atender toda la demanda que se les presente. «Nuestra mayor preocupación es tener que decir a alguien que nos necesita que no podemos ayudarle», pero por ahora eso no ocurre. Incluso apunta la directora que si alguien tiene la más mínima sospecha de padecer la enfermedad, o conocer a alguien afectado, que «no dude en venir porque un diagnóstico precoz es fundamental», zanja.

Aunque la técnica tardará todavía algún tiempo en poder utilizarse de manera rutinaria, ya se ha conseguido diagnosticar precozmente el alzheimer con un análisis de sangre. Para María Rosa García ésta es «una gran noticia. La estábamos esperando y podemos decir que aunque parece que no hay avances, vamos poco a poco a mejor». Recuerda que no hace tanto era preciso hacer la autopsia para establecer que esa persona padecía «probablemente alzheimer». Este avance abre la puerta a los tratamientos en estadios incipientes, así que cuando el análisis sea posible en todos los hospitales «se podrá trabajar antes para mejorar la calidad de vida de los afectados». Además, indica que otro gran paso es que «no es un procedimiento agresivo como por ejemplo la punción lumbar».