Más de 600 personas salen a la calle en Miranda para mantener la «presión popular» y frenar a Israel
Los manifestantes dudan del plan de paz y piden que no se convierta en una carta blanca para la impunidad sionista
Raúl Canales
Miranda de Ebro
Miércoles, 15 de octubre 2025, 20:58
El plan de paz ha silenciado las armas pero no las voces solidarias con Palestina. Más de 600 mirandeses han secundado la manifestación para pedir ... que se ponga fin al genocidio pero sobre todo para que se inicie un proceso justo que no conceda impunidad a Israel.
La movilización de la tarde fha sido más numerosa que la que suscitaron los paros convocados a lo largo de la jornada laboral, ya que a falta de datos oficiales, la respuesta a la convocatoria de los sindicatos ha tenido poco impacto en las empresas locales salvo en el sector educativo.
«Celebramos el fin de las hostilidades pero hay que seguir movilizándose porque la realidad nos ha demostrado que Israel viola sistemáticamente resoluciones de organismos internacionales», aseguraba el comunicado leído al final de la marcha, en el que sin pasar por alto las miles de muertes de civiles y el uso de la hambruna como arma de exterminio, se ha puesto el énfasis en la nueva etapa que se abre y en la necesidad de exigir que se respeten los derechos del pueblo palestino porque «sin sanciones ni consecuencias reales, Israel ha dejado claro que seguirá con su objetivo. Lo ha hecho a plena luz del día, confiando en la impunidad que le otorgan los gobiernos y empresas cómplices».
En este sentido, califican el plan de paz ideado por Trump como una «legalización del genocidio» al violar resoluciones de la ONU sobre descolonización. «La historia se repite y potencias extranjeras diseñan sobre mapas el futuro de un pueblo al que nunca se le reconoce la voz», lamentaban antes de poner cifras a los últimos dos años, en los que además de Gaza, Israel ha bombardeado a otros cinco países, en la fase más despiadada de un plan que inició hace décadas y que ha convertido a Palestina «en la mayor cárcel a cielo abierto, un campo de exterminio».
La presión popular internacional ha logrado que algunos estados, como el español, muevan ficha y den los primeros pasos para un embargo de armas a Israel o que algunas empresas como Intel, tras una campaña global en su contra, hayan renunciado a acometer inversiones millonarias en dicho país. También las relaciones diplomáticas cada vez están más tensas. «No es suficiente, y es necesario aumentar mucho más la presión para obligar a los gobiernos a imponer sanciones y acabar con la impunidad del régimen sionista. Cada acto, cada boicot, son importantes», apuntaban los manifestantes, que piden a la población que «no se deje engañar» con un plan de paz que «legaliza la ocupación y que no es más que un acuerdo que no implica el fin del plan colonialista ni llevará ante la justicia a los criminales».
Los asistentes a la manifestación han querido dejar claro que «el clamor popular contra el genocidio no deja de crecer y las protestas van a seguir siendo multitudinarias porque el pueblo palestino no se rinde a pesar de los crímenes de Israel. No vamos a parar hasta que Palestina sea libre desde el río hasta el mar».
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