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Ermita de Orzales, del siglo XV, en San Vicente de la Sonsierra).
El patrimonio que muere en silencio

El patrimonio que muere en silencio

Colectivos riojanistas y movimientos en redes alertan de la necesidad de mantener los elementos patrimoniales entre los que Hispania Nostra incluye once en su 'Lista Roja'

maría casado

Domingo, 10 de abril 2016, 00:43

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Hace tiempo que agonizan, algunos incluso décadas. Pero lo hacen en silencio y muchas veces caídos en el olvido de los pueblos que un día los veneraron. Son patrimonio cultural, arquitectónico, religioso... aunque hoy más bien se podrían describir algunos de ellos como ruinas de lo que fueron. ¿De cuántos monumentos, casonas, iglesias o castillos hablamos en La Rioja? Difícil encontrar la respuesta. «Habría que hacer un estudio en profundidad, pero fácilmente puede haber un centenar de elementos de patrimonio que necesiten una actuación urgente, simplemente para mantener», precisa Enrique Martínez Glera, doctor en Historia del Arte.

Públicamente el listado que más popular se ha hecho es el que elabora la asociación nacional Hispania Nostra en su lista roja. En ella se incluyen once de La Rioja: casa Palacio de los Manso de Zúñiga (s. XVIII), Cidamón; castillo de Castañares de las Cuevas (s. XII), Viguera; iglesia parroquial de San Miguel (s. XVI), Montalvo en Cameros (San Román de Cameros); iglesia de la Asunción (s. XVI), Luezas, Soto en Cameros; iglesia del Dulce Nombre de María o de Santa María la Blanca (románica, reformada en los siglos XVI a XVIII), Torremuña de Cameros; ermita de Orzales (s. XV-XVI), Orzales (San Vicente de la Sonsierra); monasterio de San Prudencio de Monte Laturce (s. X-XV), Clavijo; iglesia de la Asunción (s. XVI-XVII), Santa María en Cameros; ermita de Santa María de Yerga (s. XII-XIII), Autol; palacio de Inestrillas (s. XVIII), Aguilar del río Alhama; ermita de San Martín de Leza (s. XIII), Leza de río Leza.

«Nuestra función es proteger ese patrimonio en peligro, dándolo a conocer, moviendo a la sociedad civil para que se implique en su defensa y advirtiendo a las autoridades para que cumplan con su obligación. En La Rioja ninguno de los elementos ha salido de la lista desde que entró», apunta Carlos Morenés, vicepresidente ejecutivo de Hispania Nostra.

«Al listado, que está bien, se podrían añadir unos cuantos más de las aldeas abandonadas por toda la región, pero también habría que alertar sobre otros más conocidos como el castillo de Davalillo, en San Asensio, que se está descalzando y si no se hace nada se va a caer ladera abajo», apunta Martínez Glera. Si en algo coinciden todos es en que «el patrimonio de La Rioja es muy rico; sobre todo en la época del XVI fue un período de riqueza en esta zona».

«No hay descuido ni abandono por parte del Gobierno riojano»

  • Por alusiones, y porque al final todo los ojos miran hacia la Administración Regional cuando se trata de patrimonio, la Dirección General de Cultura y Turismo responde. «El balance general del patrimonio en La Rioja es muy bueno. Se han hecho inversiones en recuperación, consolidación y mantenimiento muy importantes. En estos últimos 20-25 años se ha dado un giro total a la parte de conservación y hay nuevos proyectos en cartera», subraya el director Eduardo Rodríguez Osés.

  • En cuanto a la lista roja, de la dio cuenta en comparecencia parlamentaria, Rodríguez Osés señala «En casi todos los casos se trata de lugares despoblados, de ruinas o de restos. Por lo tanto lo que se puede hacer son trabajos topográficos, que nos aporten información, o intervenciones de consolidación. Además, la restauración en algunos casos implica modificación del elemento, lo que está cuestionado».

  • Más en detalle, el director general precisa que «no obstante, el Gobierno de La Rioja ha llevado a cabo y subvencionado actuaciones en bienes incluidos en el listado de este colectivo». Aquí se refiere a la ermita de San Martín de Leza, con rehabilitación de la cubierta; en el monasterio de Monte Laturce, en Clavijo, con la ejecución de trabajos topográficos; en Yerga, a través de la solicitud del Ayuntamiento de Autol, con una intervención para recuperar los restos; o a la petición de la Asociación Cultural Sonsierra solicitando intervenir en la ermita de Orzales en San Vicente.

  • «No hay descuido ni abandono del Gobierno de La Rioja. Este año, por ejemplo, vamos a actuar con 1,25 millones de euros en cubiertas de iglesias y diversas partes del patrimonio; se ha multiplicado por cinco la partida respecto a años anteriores», concluye Rodríguez Osés.

Mantener lo que hay, la clave

Con tal cantidad de patrimonio parece complicada su conservación. «Hay que actuar con urgencia: salvar lo máximo posible, proteger, aunque sea con remedios sencillos. Ya no hablo de recuperar o restaurar porque se va a alegar que no hay fondos ni es el momento, pero al menos mantener las cosas para que no desaparezcan y quede el legado», demanda el historiador.

Y en la misma línea va Federico Soldevilla, presidente de la asociación Amigos de La Rioja. «Recuperar todo sería casi imposible, pero habría que tener claro qué patrimonio tenemos, generando un catálogo de bienes y ver qué se puede hacer en cada uno. Y eso debería recaer en Cultura del Gobierno de La Rioja». Pero no se queda solo en el plano cultural y religioso. «Tampoco se debería descuidar como se está haciendo el mantenimiento del patrimonio industrial y etnográfico y del tradicional o llamado intangible». Si bien ahí pide implicación de la sociedad: «La crisis de patrimonio es culpa de todos, no siempre es cuestión de sacar rendimiento económico; y cada lugar, empezando por los pueblos, debe cuidarlo».

Denuncias online

En este punto tanto Amigos de La Rioja como el nuevo colectivo Jarcia Riojanista -constituido en julio de 2015 «para trabajar por La Rioja de forma altruista e independiente»- demandan la necesidad de coordinación desde las instituciones. «Crear iniciativas, quizás organizar acciones de recuperación básicas con grupos voluntarios, por ejemplo», apunta Soldevilla. «Solicitar fondos en Europa para ello, que los hay; y les pedimos no solo poner dinero, sino otras acciones como generar grupos de trabajo a través de las universidades y de los colectivos...», alienta David Antón, presidente de Jarcia, que precisamente están organizando concursos online, como Mi despoblado es el mejor, para dar difusión al patrimonio más desconocido y en riesgo.

Pero no son los únicos, porque si algo está propiciando la comunidad online es un fluir de blogs y páginas sobre ello. Sirva como ejemplo el blog de Diego Marraco, Patrimonio olvidado de La Rioja, que recorre lugares e indica su estado o la página de Facebook Pueblos olvidados y abandonados de la Rioja donde se comparan imágenes pasadas y actuales del mismo sitio...

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