Dos policías de Calahorra se enfrentan a 18 años de cárcel por detención ilegal

La solicitud por parte de un ciudadano de una copia de la multa que le habían puesto, por resultar esta ilegible a causa de la lluvia, habría desembocado en una extraña sucesión de amenazas, encierro, insultos y redacción de una denuncia falsa por atentado contra la autoridad para esta persona. Los hechos no corresponden al guión de ninguna película, sino que habrían sucedido el 29 de marzo de 2013 en Calahorra y por ellos ahora el fiscal pide una pena conjunta de 18 años de cárcel y multa de 12.600 euros para dos agentes de la Policía Local de Calahorra, como presuntos autores de un delito de detención ilegal y otro de falsedad en documento oficial.

La Audiencia Provincial de La Rioja tiene previsto acoger el juicio contra estos dos agentes en dos sesiones, mañana y pasado mañana. El argumento antes explicado es el que en síntesis defenderá el fiscal, en cuyo escrito de acusación explica que todo comenzó cuando, el 29 de marzo de 2013, agentes de la Policía Local de Calahorra pusieron una multa de tráfico al vehículo de la víctima y que, «como, debido a la lluvia, la multa resultaba ilegible, la persona multada se dirigió a la Comisaría de la Policía Local para que le entregaran una copia.

Al hombre le indicaron primero que volviera más tarde, en el turno de noche, en el que estarían los agentes que le multaron. Regresó hacia las 22.00 horas y se dirigió a uno de los agentes que le había multado, ahora acusado, para pedirle la copia, algo a lo que este se negó, pese a insistirle en ello.

Siguiendo en las dependencias policiales, poco después, prosigue el fiscal, el otro agente acusado, quien era el jefe del servicio de noche, «también se negó a entregarle una copia de la multa y a facilitarle su número identificativo», que también le solicitó la víctima. Este agente, además, «abusando de su condición de autoridad y superior jerárquico respecto al resto de policías, y siendo consciente de que no había causa legal que lo permitiera y con ánimo de atentar contra la libertad ambulatoria de las personas», indicó a otros agentes que estaban cerca de la sala que detuvieran a la persona denunciada, a lo que accedieron, relata el fiscal.

De esta manera, en una sala fuera de la vista del público, este acusado agarró de la ropa, a la altura del cuello, a la persona denunciada, y le dijo: «Tú quién te crees que eres, eres una mierda pinchada en un palo, te vas a enterar, vas a pasar la noche en los calabozos».

Después, los dos policías acusados, «con el fin de justificar y eximirse de responsabilidades», habrían elaborado un atestado, en el que narraron que el denunciado «se enfrentó a los agentes que, en el ejercicio de sus funciones y vestidos con el uniforme reglamentario, estaban en el interior de la Comisaría, llegando a empujarles». Por ello, le atribuyeron la comisión de un delito de atentado y le detuvieron. A las 01.25 horas del 31 de marzo de 2013 le pusieron a disposición de la Guardia Civil. Después, ya por la mañana de ese día, fue puesto en libertad.

Por estos hechos, el fiscal pide una pena de seis años de cárcel para cada uno de los dos agentes por el delito de detención ilegal; tres años de prisión por el de falsedad en documento público y diez años de inhabilitación profesional, así como un multa de 2.700 euros, más 3.600 de multa a cada uno por delito de denuncia falsa. Además, solicita que los acusados indemnicen de forma conjunta en 3.000 euros a la víctima por el tiempo que estuvo privado de libertad.