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Omella, receptivo a limpiar las inscripciones de La Redonda

«Hace unos años ya se pidió y contestamos que, al ser edificio protegido, nos digan cómo hacerlo», comentó el obispo, que aún no ha recibido la demanda de Ranz

e. a. m.

Jueves, 16 de julio 2015, 00:06

La Diócesis de Calahorra y Logroño-La Calzada no ha recibido aún la notificación judicial de la denuncia presentada por el abogado Eduardo Ranz (algo que entra dentro de lo lógico, dado que esta se registró el pasado 25 de junio) instando a la retirada de las inscripciones franquistas de la fachada de La Redonda, pero da a entender que no tendría reparo alguno en retirarlas si así hay que hacerlo y se especifica el procedimiento a seguir.

«No tengo ninguna noticia más que la del periódico, la Diócesis no ha recibido ninguna demanda», explicó ayer el obispo Juan José Omella, preguntado por las últimas informaciones aparecidas en prensa, entre ellas las publicadas por este medio este pasado lunes y tras las cuales, sucesivamente el PSOE logroñés ha anunciado su interés en recuperar el proceso de la Ley de Memoria Histórica, mientras Cambia Logroño llevará una moción en ese sentido al próximo pleno municipal. Volviendo a la posición de la Diócesis, y sin tener aún en sus manos la referencia judicial, Omella sí aludió a una solicitud realizada años atrás para llevar a cabo la limpieza de esas inscripciones, y la receptividad a hacerla si se les explica el procedimiento: «Hace unos años hubo una petición de limpieza de esa fachada y contestamos diciendo que, como La Redonda es patrimonio, un edificio protegido, que nos digan cómo se puede limpiar porque la inscripción está grabada en la piedra», apostilló el obispo, quien también apuntó a la propia Ley de Memoria Histórica: «Creo que la Ley, si no recuerdo mal, en su apartado cinco se dice que si afecta o daña al patrimonio no tiene por qué aplicarse, pero eso lo tiene que decidir el juez».

Esta denuncia es una de las más de 50 que Eduardo Ranz ha presentado contra ayuntamientos, obispados y arzobispados de toda España exigiendo la retirada de diferentes símbolos franquistas para cumplir con la Memoria Histórica. En el caso de Logroño destaca la existencia documentada de 17 calles de la ciudad con nombres afines a la dictadura cuyo cambio debería plantearse.

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