El Ebro vuelve a inquietar en La Rioja

La Rioja volvió a mirar con inquietud al Ebro durante toda la jornada de ayer y, según las previsiones, parece que lo seguirá haciendo durante las próximas horas. Y es que las lluvias de las últimas jornadas y el deshielo en toda la cuenca provocaron una nueva avenida del río que hizo saltar todas las alarmas, más aún teniendo en cuenta que la crecida de hace dos semanas provocó importantes daños en zonas de cultivo de La Rioja Baja.

Pese a la inquietud, las previsiones eran más optimistas esta vez. La Confederación Hidrográfica del Ebro esperaba caudales de carácter ordinario en toda la cuenca. Así, en Logroño, el caudal del Ebro se situó durante toda la jornada en torno a los 1.000 metros cúbicos por segundo y los cuatro metros de nivel, cuando hace quince días rebasó los 1.500 metros cúbicos por segundo y los cinco metros y medio de nivel de las aguas.

Con todo, las dimensiones del río a su paso por la capital seguían siendo ayer muy superiores a lo habitual (entre uno y dos metros de nivel y unos 100 metros cúbicos de caudal). El Ayuntamiento de Logroño activó el dispositivo de seguridad y la alcaldesa, Cuca Gamarra, confirmó que este seguirá en marcha al menos hasta el jueves, momento en que se prevé que la situación en el río pueda normalizarse.

Gamarra explicó que la margen izquierda del río, la que cuenta con las zonas más sensibles a inundaciones (el Pozo Cubillas, el Rincón de Julio) no había sufrido «filtraciones relevantes». Aún así, las bombas trabajaron para evitar una posible entrada de agua en el establecimiento hostelero, por ejemplo.

Eso sí, las orillas del río presentaban ayer mucha humedad que, según la alcaldesa, afectaba a los chopos y otras especies vegetales de la zona. Por ello, recomendó a los ciudadanos «extremar la precaución» y respetar los cordones de seguridad colocados por la Policía Local, ante la posibilidad de que el viento pudiera vencer algún árbol.

Daños en La Rioja Baja

Y mientras en Logroño no se habían registrado incidencias por la avenida del Ebro, en otros municipios como Haro o Alfaro sí volvieron a verse zonas anegadas. En esta última localidad, la candidata del PSOE a la alcaldía, Sara Orradre, denunció que la «descoordinación» entre las distintas administraciones y la «negligencia» del Gobierno municipal ha impedido que se reforzaran a tiempo las defensas dañadas en la anterior crecida.

Orradre explicó que la riada había llegado a «arrancar de cuajo» uno de los mazones en el término de La Nava, y que al no repararse las defensas se habían vuelto a producir daños en unas 700 hectáreas de cultivos. Por ello propuso la creación de un gabinete de crisis para coordinar este tipo de actuaciones, y reclamó que una vez se puedan evaluar los daños de la crecida (para la pasada madrugada se esperaban caudales de hasta 1.600 metros cúbicos en Castejón) se articulen ayudas.

En Calahorra, los regantes sí habían reparado las motas de defensa, y no se registraron durante el día de ayer desbordes, según fuentes del sindicato Asaja. Eso sí, como suele ser habitual tras una importante avenida, se produjeron filtraciones en las parcelas más próximas al río. La preocupación de los agricultores era el tiempo que pueden permanecer anegados cultivos como el viñedo o los frutales, por el incremento de costes en tratamientos fitosanitarios que esto puede conllevar.