Vanesa pone la mesa para la cena en la lonja que la cuadrilla Batasuna tiene en la calle Arana. rafa gutiérrez

Toca arrimar el hombro

EL Diario de VANESA ABRISQUETA (IV) ·

Los Batasuna se dividen en grupos para servir el almuerzo y la cena a toda la cuadrilla

Lunes, 8 de agosto 2022, 00:32

No todo va a ser juerga. En fiestas también toca arrimar el hombro, y nuestra neska primeriza es hoy la encargada de servir la cena ... a toda la cuadrilla. Bueno, ella y otros 14 más, que los Batasuna son casi 300 y necesitan bien de combustible para recargar pilas. Almuerzan y cenan en una lonja de la calle Arana y antes de que llegue la cuadrilla tiene que estar todo listo. «Un catering nos trae la comida, pero nosotros somos los que servimos los platos, recogemos y dejamos todo preparado para el siguiente pase». cuenta Vanesa en el papel de camarera. Trabajo en equipo. El menú de esta noche es paté, ensalada, pollo y yogur. «Se nota que a estas horas la gente ya va más desfasada y es un poco locura, pero todo bien», nos cuenta después de la experiencia. A pesar del «jaleo», Vanesa está contenta y manda un mensaje al 'presi': «Los grupos están muy bien organizados. Hay orden en los Batasuna», ríe.

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El día 9 se acerca y La Blanca empieza a pasar factura física ya. Vanesa lo nota en un cansancio generalizado pero sobre todo en la voz, de cantar a pleno pulmón y de corear los temazos de la charanga por las calles de la capital alavesa. «Sentimos la voz más ronca de lo habitual. Se nota, sí, sí», coincide con sus amigas. Esta primera experiencia en una cuadrilla les está sirviendo también para aprender lo que han bautizado como 'trucos de neskas novatas'. «El primero es cómo atarse las abarcas para que no se caigan las cuerdas, más flojas en la parte de abajo de la pierna y arriba fuerte encima del gemelo», detallan. El segundo truco es más sencillo de llevar a cabo y consiste en aparcar el alcohol durante la comida y beber solo agua. «Para dar una tregua y poder recuperar antes del paseíllo», nos revelan.

«Un catering nos trae la comida pero nosotros servimos, recogemos y dejamos todo preparado para el siguiente pase»

Y no se crean que el trabajo como neska termina en la lonja de Batasuna porque, si quieres lucir medianamente decente al día siguiente, toca limpiar el traje. O parte de él. Y se hace sea la hora que sea. «Tengo dos camisas blancas, que es lo que más se mancha. Pero aun así, pongo la lavadora todas las noches cuando llego a casa, en quince minutos está. Y como hace calor se me seca rápido», nos cuenta nuestra primeriza. Buena imagen ante todo en su estreno.

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