Operación Celedón
Se busca nuevo icono de La Blanca. Un jurado formado por cinco expertos independientes e incontestables perfila a la persona ideal para suceder a Gorka Ortiz de Urbina. Juntos reflexionan sobre el papel del personaje y la vigencia de las esencias de la fiesta vitoriana
El asunto se ha convertido en una cuestión de Estado. Ni los posibles pactos electorales, ni la situación de la ciudad, ni los últimos fichajes de nuestros equipos provocan debates tan encendidos, posturas tan enconadas, opiniones tan furibundas. Tal y como llevaba años anunciando, Gorka Ortiz de Urbina protagonizó el pasado viernes su vigesimoprimera y última Bajada. Su sucesión y, sobre todo, la posibilidad de que pueda ser encarnado por una mujer lleva meses generando una inusitada polvareda. Por muy increíble que parezca, se han creado comisiones y subcomisiones y asambleas y grupos de trabajo al respecto y los partidos políticos -cómo no- también han visto en este lío una oportunidad de oro para marcar perfil...
Es el momento perfecto para hacer lo propio y rebajar la polémica, de tomar un poco de perspectiva y aterrizar el asunto al terreno de la chufla, del hedonismo y de la irreverencia del que nunca debió salir. Al fin y al cabo, así, como una broma descomunal, es como un grupo de amigotes crearon la liturgia celedonesca en 1957. Por eso EL CORREO ha querido organizar Operación Celedón, un talent de la farra, un 'casting' en el que tratar de perfilar a la persona perfecta para suceder a Gorka, con ese (o esa) adalid de la cosa festiva capaz de reunir todas las virtudes del gran icono pagano de La Blanca.
Un jurado formado por Iker Ortiz de Zárate, Txaro Arrazola, Ander Gondra, Carmen Vicente y Jesús Prieto Mendaza, cinco expertos independientes e incontestables de distintos ámbitos que se reúnen en el precioso escenario de Ortzai para dilucidar qué características debe reunir el Celedón 4.0 y, de paso, reflexionar sobre el papel del gran personaje en La Blanca y la vigencia de las esencias de la fiesta vitoriana. Arranca Operación Celedón.
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Txaro Arrazola Artista y pregonera de La Blanca 2023
«La fiesta tiene que latir al ritmo de la sociedad»
La artista Txaro Arrazola, una de las creadoras vitorianas contemporáneas más influyentes, es la pregonera de estas fiestas. Tal y como ella misma recordó en su emotivo pregón del pasado miércoles, tiene La Blanca muy cosida a su memoria sentimental. Para la artista, Celedón «encarna a la perfección la metáfora de esas fiestas que vienen de abajo, del pueblo, que llega de fuera con su hatillo para convertirse en el auténtico rey de la fiesta». La pregonera celebra que la figura de Celedón «se abra» a partir de ahora y está convencida de que «todo lo que está vivo es susceptible de cambiar y de transformarse».
«El ejemplo más cercano es la propia Blanca: cuando yo era pequeña, en los 70 y en los 80, las chicas íbamos al paseíllo a ver cómo ellos se lo pasaban en grande, no participábamos y aquello nos parecía lo natural cuando no lo era. Eso por fortuna cambió, las neskas ahora tienen un papel de igualdad y La Blanca ahora es mucho más rica», sostiene. «El mundo cambia y las fiestas tienen que latir con la sociedad», añade.
Para Arrazola, la persona llamada a encarnar el papel de Celedón tan solo debería reunir un requisito: «Que le apasione la fiesta y que sea capaz de transmitir esa alegría». «Celedón tiene que tener esa capacidad de que nos transformemos todos, de accionarnos un botón para entregarnos todos juntos a la fiesta y eso lo puede hacer un hombre, una mujer, una persona trans...», abunda la artista, que rechaza que el próximo Celedón tenga que ajustarse a un determinado patrón físico. «Eso de medirle la txapela o la nariz para dar con el prototipo del aldeano... me parece un poco eugenésico, creo que cualquiera venga de donde venga, puede ser Celedón. Vitoria es cruce de caminos y eso es lo que hace grande a la ciudad y a sus fiestas», destaca.
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Jesús Prieto Mendaza Antropólogo social
«Dejaría como está un personaje tan arraigado»
El antropólogo social Jesús Prieto Mendaza es, con total seguridad, una de las voces más autorizadas, uno de los estudiosos más capacitados para escarbar en las raíces más hondas de La Blanca y de Celedón, «su mito profano». «Queremos creer que existió, que está basado en Celedonio Alzola (y García de Andoáin), un personaje muy conocido de la Vitoria del siglo XIX muy imbricado con ese espíritu de la fiesta popular, con esas expresiones festivas del ámbito rural que siguen prevaleciendo en La Blanca y que, seguramente, la diferencian de otros festejos», destaca el estudioso.
«Celedón es alguien que disfruta y que hace disfrutar, es un canto a lo epicúreo, un referente del vitorianismo que se disuelve en la posmodernidad», apunta Prieto Mendaza, que resalta la importancia de un icono festivo «que tuvo una aceptación rapidísima». «Incluso en unos tiempos tan difíciles, en plena dictadura, la gente se sintió pronto identificada con él, necesitaba quererlo». «De ahí que Celedón despierte tantas pasiones, que surja la polémica, porque hay temor a que cualquier cambio desdibuje al personaje», explica el antropólogo, que «dejaría como está un icono tan arraigado».
Para el antropólogo, el debate sobre la posibilidad de que una mujer pueda encarnar al protagonista de la Bajada supone «una cuestión epidérmica». «Nos confundimos, nos perdemos en este debate, cuando lo importante, lo que supone una política real de cambio es la participación de la mujer en condición de igualdad», defiende el experto, que llama la atención sobre la «normativización excesiva de la fiesta».
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Ander Gondra Historiador
«Bienvenido el debate, aunque sea estéril y superficial»
El historiador Ander Gondra, de la asociación Álava Medieval, ha buceado entre la extensa bibliografía que rodea al personaje festivo que nace con la aparición de la revista Celedón tal día como hoy de 1918. Parte de su ingente trabajo de investigación se muestra en una exposición en el BiBat que se puede visitar hasta el 15 de octubre. Gondra está convencido de que la polémica sobre la posibilidad de que una mujer encarne a Celedón «se ha generado de forma artificial, pero bienvenido sea el debate aunque sea estéril y aunque creo que no supone un avance significativo en cuestión de igualdad».
Ahora bien, el historiador está lejos de esa postura que concibe a Celedón como una sacrosanta tradición monolítica. Todo lo contrario. «La Bajada cambia año tras año, todas las fiestas se han transformado en los últimos tiempos con la desaparición de los toros, algo más arraigado en el vitorianismo desde hace muchos más años que Celedón... y no pasó nada», razona Gondra, que desliza que «habría que ver si algunos de los ingredientes, algunos elementos, de La Blanca siguen teniendo todavía vigencia».
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Carmen Vicente Neska veterana
«Tiene que ser un hombre alto, grande... como Isasi»
La que no quiere oír ni hablar de la posibilidad de que una mujer se ponga en la piel del icono de La Blanca es Carmen Vicente, neska veterana y libro abierto celedonesco. Se conoce al dedillo todas las teorías de Venancio del Val, de Eulogio Serdán sobre el gran personaje festivo. «Yo me baso en esos escritores para hacerme una idea de cómo tiene que ser nuestro Celedón. Aunque Serdán aseguraba que era un borracho que frecuentaba tascas por la Torre de Doña Ochanda y lo que hoy es el bar Los Amigos, yo me quedo en cómo lo describe del Val: un aldeano bueno, alegre, trabajador, que tenía la capacidad de alegrar a los demás», explica con conocimientos enciclopédicos.
Para la neska veterana, la Bajada es «pura magia». «Aunque creo que en los últimos años se ha perdido bastante la esencia -matiza-, yo no he fumado nunca, pero siempre me encendía un purito pequeño, me encantaba esa enorme nube de humo». Para Carmen, lo insustituible del gran acto es la figura del aldeano de Zalduondo. Así, en masculino. «Estoy de acuerdo en que hay que ir con el signo de los tiempos, soy feminista y creo que la mujer también tiene que estar representada, pero en todo caso habría que crear un personaje nuevo, cambiar a nuestro Celedón creo que denigraría a un mito que ya está creado», resuelve. «Yo no me lo imagino de otra forma que no sea un hombre bueno, alto... como lo era Isasi», sostiene.
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Iker Ortiz de Zárate Actor y dramaturgo
«Hay que cambiar la Bajada y dar espacio a mayores y niños»
El anfitrión de este casting, de este 'talent' celedonesco, el actor y dramaturgo Iker Ortiz de Zarate, al frente del maravilloso espacio escénico Ortzai, es un experto en crear atmósferas, tiene un olfato finísimo para generar ambientes mágicos. «La Bajada tiene reminiscencias casi místicas, tiene una idea muy potente detrás: un icono que baja del cielo y se reencarna al llegar a la tierra, es un montaje que nos devuelve a la infancia, a cuando todo es posible, a un tiempo feliz», describe Ortiz de Zárate.
«A mí, más que replantear el personaje, en si debe ser hombre o mujer, un debate que creo que puede ser interesante porque aporta nuevas inercias a la ciudad, creo que se debería recuperar el espíritu de la Bajada, volver a ese cariz mágico, suena utópico, pero me encantaría que volviera a ser un acto inclusivo con niños y mayores, que ahora mismo están excluidos y se ven resignados a seguirla, sí o sí, por televisión. Creo que esa esa la verdadera esencia que tendríamos que recuperar».
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