La Blanca 2024
La infalible fórmula del circoCaravana de ilusiones. ·
El Circo Holiday ya campa en Mendizabala con una familia nómada de una treintena de artistas bajo la batuta de Rody Aragón, hijo de 'Fofito'Yanire Euba
Martes, 6 de agosto 2024, 00:34
Más de 30 personas forman parte del equipo del Circo Holiday que hasta el viernes día 9 -sesiones a las 19.00 horas, menos el ... último día, a las 18.00- ofrece en Mendizabala una de las citas imprescindibles en fiestas. El circo no pasa de moda. Las miradas de embeleso de niños y mayores no dejan de sucederse Y precisamente esa satisfacción pintada en la cara sirve de 'gasolina' a los artistas, auténticos campeones de la vocación y el amor a su oficio.
El actual espectáculo principal del Holiday -cuya carpa va girando por las carreteras españolas desde hace 80 años- empezó a gestarse hace cinco años en la imaginación de Rody Aragón. «Empecé a darle vueltas a este proyecto, quería recrear la historia de mi familia», comenta el responsable de todo este tinglado, que es hijo de Alfonso Aragón, 'Fofito'. «La idea es hacer una referencia al programa de 'Los payasos de la tele' y que los chavales de ahora conozcan, y se diviertan, con un espectáculo recreando todo aquello». Vitoria es la segunda gran ciudad donde han actuado. «Nos gustaría que cuando la gente entre -hay capacidad para 700 butacas- se introduzca en una cápsula del tiempo en la que retroceda 50 años atrás». Este viaje temporal servirá para contar la historia de la familia Aragón y aquel '¿Cómo están ustedes?' que forma parte de la historia del circo y de la tele.
Alberto Segura Equilibrista sobre rulo
«Empecé a ensayar con 6 años y a la fiesta me uní con 11»
A Alberto Segura no le hace falta más que un cilindro y una tabla para hacer magia sobre el escenario. A su tempranísima edad de 18 años, este artista es un genio en el mundo del circo, lo que no es sorprendente teniendo en cuenta que lleva 7 años encima de los tablones entre luces y telones. En realidad, empezó a practicar desde mucho antes, con seis, y ahora se puede considerar un auténtico experto en su arte equilibrista. «Veía a mi padre hacerlo y me gustaba mucho. Lo probé y en mi familia vieron que tenía mucha facilidad para ello», señala con una sonrisa. Su sangre artística se remonta a sus abuelos, los fundadores del circo Alaska, donde todos sus tíos, primos,padres y hermanos se han formado y trabajado. Alberto representa con orgullo la tercera generación de esa 'estirpe'.
El joven de 18 años lleva toda su vida dedicada al circo. «Era la envidia de todos los niños»
«Para mí haber tenido la oportunidad de crecer en un circo es algo muy bonito», señala. «Cuando era pequeño era la envidia de todos los niños». La vida nómada del circo puede ser para muchos extraña o impredecible, pero la oportunidad de crecer entre animales, o tener a tu familia y amigos a unos metros es una «suerte. No echo de menos otras maneras de vivir».
Para el equilibrista la vida circense es sacrificada pero gratificante a la vez. «Yo no la cambiaría por nada. He salido en la televisión, y nada como actuar en una carpa». Alberto Segura ha participado en el programa de televisión 'Got Talent', y aunque este afirma que fue una experiencia «interesante», la cercanía con el público que le permite el circo es algo muy especial. «Cuando un niño se acerca a decirme que de mayor quiere ser como yo, siento mucha emoción. Eso es muy gratificante y no lo obtienes en otros ámbitos. Desde pequeño he mamado el mundo del circo y me siento feliz aquí, haciendo lo que me gusta».
Yadhira y José Romero Patinadora y malabarista
«Nunca trabajaríamos en algo que no nos gustase»
Yadhira y José Romero son hermanos cuya historia es un poco diferente a la de otros compañeros de carpa. Ellos no tenían raíces con familiares artistas, simplemente fue la vida la que les puso en este camino. «Mis padres estaban buscando trabajo y en Córdoba no había nada. Un día encontraron un anuncio de un circo que necesitaba dos trabajadores y dos niños para el colegio, así que no se lo pensaron dos veces», cuenta José. Así comenzó la carrera de estos dos patinadores de 20 y 22 años respectivamente.
«Hemos estado trabajando en otros circos antes como en Alemania, Dinamarca o Francia, pero este circo es, por decirlo así, nuestra casa», añade. Cuando tan solo tenían nueve y once años, la pareja llegó al circo Holiday, convirtiéndose en su hogar. Además de patinador, José atesora una gran habilidad como malabarista, mientras que su hermana Yadhira se ha especializado en patinaje acrobático. Cada uno realiza sus propios shows, pero también tienen uno en conjunto.
Estos dos hermanos cordobeses llegaron a la vida circense de casualidad, por un trabajo de sus padres
Todos los días, excepto aquellos en los que hay montaje o están de viaje, estos hermanos ensayan entre cuatro y cinco horas, por lo que no dudan en afirmar que esta vida te «tiene que apasionar. Hay que aguantar los gajes del oficio, moverse mucho y ensayar más. Pero a nosotros nos va y hemos encontrado un modo de ganarnos la vida».
A pesar de que han sufrido algún accidente en los entrenamientos, los aplausos al final de los espectáculos les cura de todos los dolores. «No todo el mundo vale, pero esto es como todo, con pasión se consigue», apostilló Yadhira. José debutó como patinador con 13 años y Yadhira con 15, aunque previamente ya hacían sus pinitos. «Los números de patinaje tienen una gran aceptación entre el público, a todo el mundo le encanta, es una de las razones por las que trabajamos en ello».
Glenn Macaggi Mástil chino
«Cambié de especialidad a los 27 años y no me arrepiento»
La historia de Glenn Macaggi remonta a su bisabuelo, un boxeador con una idea: montar un circo. A partir de ese momento su familia se dedica en cuerpo y alma al mundo del espectáculo, hasta llegar a Glen, un especialista en el arte del mástil chino. Aunque no siempre ha sido así, en una pirueta difícil de encontrar entre los especialistas. La mayoría se inicia en alguna faceta a temprana edad y la desarrollan a lo largo de toda su vida, pero este italiano-albaceteño, cambió de práctica a los 27 años. «Mi padre creía que tenía posibilidades en la práctica del mástil chino y me animó a que lo intentase», comenta Glenn, que en sus inicios y hasta esa edad se dedicaba al monociclo. Y aunque el artista confesaba que en sus inicios no era algo que le apasionaba, finalmente ha acabado siendo un «apasionado del mástil». «No me arrepiento».
Pasó del monociclo al mástil chino siendo ya adulto, algo poco frecuente
Esta práctica, que como bien indica su nombre proviene de este país oriental, es una mezcla entre halterofilia y 'pole dance'. Todo aquel que la ejerza, debe poseer una gran fuerza y disciplina. La barra empleada para el mástil es mucho más larga que la del 'pole dance', por lo que el riesgo también es mucho mayor. Así lo confirma Macaggi, que el año pasado sufrió su primer y único gran accidente mientras actuaba en el circo Holiday. «Yo estaba en la parte superior del mástil, cuando di un salto mortal y al caer al suelo se me dislocó la rodilla al completo», lamentaba el italiano, que actualmente ya se encuentra recuperado y en activo. «Está superado, son gajes del oficio».
Glenn lleva toda su vida dedicada al mundo circense. Recuerda que cuando era uy pequeño ya quería saltar al ruedo y sus padres se volvían locos para que no interrumpiese alguna actuación. Y es que el 'veneno' de tener al público a un palmo suple todos sus desvelos. «Es lo que más me llena en este mundo».
Maike Torralvo Cómico
«En el escenario me meto en el personaje y me transformo»
El futuro de Maike Torralvo se veía venir teniendo en cuenta que tanto por parte de madre como de padre, proviene de una larga dinastía de payasos y artistas de circo. Este joven hispano-portugúes de 33 años debutó con tan solo 3, dejando así muy claro que su futuro se encontraba bajo una gran carpa circular. «Veía a mi abuelo y mi padre actuar como payasos y me gustaba. No he conocido otra cosa», comenta Maike, que encarna a la quinta generación de payasos y la sexta de artistas de circo, estos por parte materna.
Así, pues, actuar de ciudad en ciudad, sin un anclaje concreto, forma parte de la esencia de Torralvo. Y desde chaval ha recorrido hasta doce países entre los que destacan Túnez, Austria, Suiza o Alemania dentro de la carpa del circo de su madre. «En el extranjero a los artistas de circo nos tratan como si fuéramos famosos, igual que a los actores», relata.
Pero en 2021, tras la cuarentena, Torralvo cambió de rumbo y se alineó en la a nómina del Gran Circo Holiday, con el que lleva los tres últimos años. Una estabilidad -siempre relativa a ojos profanos- que le ha permitido compaginar vida profesional y paternidad. Nada nuevo de lo que ha hecho toda su familia anteriormente. «La única diferencia que veo es que seguramente estemos más unidos que una familia de ciudad».
Pertenece a la quinta generación de una larga estirpe de artistas de circo y payasos
Y es que la carpa del circo dispone de su propio colegio, lo que hace que este padre esté continuamente unido a sus dos hijas, de las cuales, sobre todo la pequeña, ya apunta maneras a encarnar la próxima generación de los Torralvo.
Para Maike es un orgullo seguir el legado de su familia y poder regalar sonrisas al público. «En el escenario me transformo, una vez que me meto en el personaje se me olvida el mundo exterior».
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