«Gamberra» y femenina, así es Zuridonna
Centenares de espectadores siguen la particular interpretación de la Bajada de Celedón a cargo de la actriz Carmen San Esteban en las calles Rioja y José Erbina
Todo empezó en 2016. Carmen San Esteban, actriz, directora y, sobre todo, una persona inquieta, pensó que porqué no podría crear ella su propio chiste ... sobre la Bajada de Celedón. Un poco sobrepasada de que las tradiciones sólo las inicien y estén protagonizadas por hombres, se le ocurrió descolgar a una muñeca, Zuridonna, desde un balcón a otro del tramo final de la calle Rioja, para reivindicar la extensión de la fiesta a todos los rincones y géneros. La evolución y crecimiento de aquella idea volvió a interpretarse ayer ante cientos de personas y en formato 'mainstream' babazorro. Ya no sólo se trató de la simple bajada de una muñeca, sino tambén se ofició un teatrillo, la intervención del cómico Enrique Loyola, una actuación musical de la cantante Elsa Martínez de Ilárduya y un concierto de Aldakan. Ocupando una zona peatonal de la calle José Erbina y hasta la medianoche. Estaba previsto que la fiesta durase tres horas y media. Ni el musical de Mecano.
Horas antes de toda esta 'movida', Carmen San Esteban reconocía encontrarse «nerviosa como una principiante». No es para menos cuando se deben coordinar a tantas personas para una función que convoca a tanta gente como en cualquier otro escenario noble. Pero actuar en la calle, «un kilómetro cero» delante del público, es precisamente lo que motiva a la actriz, con muchos años de tablas encima. «Esta es la sexta edición, porque hay que descontar los años que no pudimos hacer a Zuridonna por la pandemia, y ha crecido mucho. Tengo que dar las gracias al Ayuntamiento, que se ha implicado para que todo esto pueda desarrollarse en un espacio público, y la colaboración de la Caja Laboral. Con ello hemos logrado reunir un presupuesto para montar un acto cultural completo».
Pluralidad
Esa última coletilla es importante, puesto que no se trata solo de un montaje lúdico. Aquí hay un mensaje. «Esto es un pequeño chiste, pero yo planteo cosas. ¿Por qué una mujer no puede generar una tradición? Aquí las tradiciones siempre las han montado los hombres. No me parece mal, no voy contra ello. Simplemente abro el foco». Todo ello lo dice en el último año de Gorka Ortiz de Urbina encarnando a Celedón y cuando se abre el debate de quién debería sustituirle, incluso una mujer. «Sí, ¿por qué no? Pero la bajada de Zuridonna me permite lanzar más mensajes. Por ejemplo, una referencia al BEI, que tantos cambios nos ha traído a la ciudad y no sé si todos buenos». San Esteban tira de picardía cuando recuerza la histórica granizada del pasado 6 de julio. «Para seguir con la broma, aquel pedrisco fue una especie de milagro fallido de la Virgen Blanca, que se le fue la mano y en vez de copos de nieve cayeron bolas de hielo».
Y como telón de fondo, la necesidad de ejercer la libertad de expresión a pleno pulmón. «Cada vez somos menos libres. ¡Se censuran obras de teatro de clásicos! Como ya decía José Luis Sampedro, no hay libertad de expresión si no existe cultura ni educación. Las normas deben existir para ordenar nuestra existencia, pero a veces un exceso de normativas nos adormece. Nos aboca a una única línea de pensamiento y me gustaría reivindicar la pluralidad. De eso también va Zuridonna».
-¿Cómo se siente más cómoda al calificar Zuridonna, alternativa o gamberra?
-Gamberra.
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