Y al final 'Los peores' resultaron ser los mejores remeros

Los remeros embarcaron en sus navíos confiados y en la parrilla de salida se presentaron tres traineras, con cuatro participantes cada una. En la calle uno, con el color azul, navegaron 'Los madrigales', en la dos y de verde estuvieron 'Los peores' y en la tercera se dispusieron los integrantes de 'Los peces mutantes', con el color rojo. La trainera amarilla, sin embargo, quedó vacía por falta de tripulantes. «La noche nos ha dejado algunas bajas», confesaba un miembro de Belakiak.

Los mutantes, cuatro veces campeones de este torneo tan 'sui generis', llegaron al embarcadero -a la sazón la furgoneta de todos los paseíllos- vestidos con una mallas apretadas estampadas con escamas de multitud de colores. Un 'outfit' de lo más estrafalario pero, eso sí, con el pañuelo de cuadros bien atado. No se olviden de que todavía La Blanca no ha terminado. Se lo tomaron tan en serio que hasta hicieron unas flexiones de calentamiento antes de abandonar el puerto.

Ahí, a la espera del pistoletazo de salida, los tres equipos golpeaban contra el suelo las tablillas para subir la moral antes de empezar a machacar esos tríceps. «Uno, dos, dos y medio, y tres». Con toda una singladura de cincuenta metros de ida y otros tantos de vuelta, a los pocos metros, 'Los madrigales' ya se quedaban atrás en la carrera. «Teníamos a dos personas que se estrenaban en la competición», justificaba el patrón de la embarcación, Mikel Barea.

Los otros dos equipos se mantuvieron a la par, con una ligera ventaja para los rojos, hasta la ciaboga -que en Vitoria no es otra cosa que dar marcha atrás-. Así, cuando les tocó arrastrar el culo, la coordinación condenó a 'Los peces mutantes'. 'Los Peores' les adelantaron y eso que incluso acabaron metidos de lleno en la calle de la barca colista. «Se ha hecho larga la vuelta», decía exhausto el patrón de los perdedores, Andrés Fernández de Pinedo. «Y eso que lo llevábamos entrenando seis horas a la semana en Urrunaga», bromeaba.

Así terminó una bandera en la que 'Los Peores', paradojas del torneo, resultaron ser los más avezados remeros de Vitoria. Una remontada épica difícil de olvidar. «Hemos aprovechado ahí que su patrón no ha estado fino. Se han quedado atascados y nosotros hemos pisado el acelerador», celebraba Mikel Rueda. Después hubo tiempo para dejar a los grumetes más txikis que surcaran el asfalto de Santa Bárbara e incluso, a continuación, hacer un divertido concurso de lanzamiento de escoba.