Un debut histórico

Pero lo que queda claro es que los miembros de la cuadrilla de Gaupasaleak no pretenden pasar desapercibidos y cuentan con sellos de identidad que los convierte en únicos. Y es que parecen una especie de marea turquesa cuando caminan en grupo. El pañuelo y las faldas de sus neskas dan un tono diferente a las fiestas mezclando tradición e innovación, explicaba ayer Isabel que junto a Aintzane, de la tienda Zazpiak Bat, ha diseñado estos preciosos trajes. Y han tenido mucha tela que cortar, ya que más del 50% de sus integrantes son mujeres, 119 frente a 117 hombres con un 'look' bastante más tradicional.

Y la vestimenta no es el único punto de originalidad. La furgoneta que les acompaña en los paseíllos dispone de unos búhos, su logo como amantes de la gaupasa, que expulsan agua para refrescar a quien lo desee. Algo que resultó indispensable para muchos en el camino rumbo al Iradier Arena.

Sara y su marido Óscar velaban porque todo saliese según lo previsto sin olvidarse de disfrutar. El resto de blusas y neskas con el 'katxi' en la mano ambientaban las calles de forma casi única. «Mis amigas y yo queríamos vivir las fiestas como parte de una cuadrilla y ver lo que se siente», explicaba Janire, sonriente integrante de la cuadrilla debutante.

La emoción estuvo presente en todo momento y es que otra cosa no, pero entre las filas de estos 'búhos' hay toneladas de ilusión. «Llevo desde pequeña en cuadrilla y siempre veía a una chica bailar el aurresku y quería ser como ella», relataba Gurutxe, una de las jóvenes que bailó el aurresku en honor a la patrona de la ciudad. Dorleta, por su parte, dio ritmo a este aurresku con su trikitixa y declaraba que ese momento ha sido «muy especial» para ella, inolvidable.

Entre aplausos, abrazos y alguna que otra lágrima, la cuadrilla ha homenajeado a los dantzaris, cuyas expresiones explicaban a la perfección lo que este momento significa para muchos. Un debut que aprobaron con nota alta. Tras el conmovedor momento, jóvenes y mayores siguieron su recorrido para afrontar con energía el paseíllo de vuelta, siguiendo la fiesta con la alegría que tanto les caracteriza.