Con el trabajo, vuelve el táper
Con la actividad presencial en las empresas vuelven también las comidas de tartera, que pueden garantizar una alimentación sana si se preparan de forma adecuada
Con el teletrabajo ha habido aspectos de nuestra vida, auténticas rutinas, que hemos llegado a olvidar. Para los trabajadores con jornada partida, una de ellas era la de llevarse encima la fiambrera con la comida. ¿Se acuerdan? Pues ahora, con la vuelta de la actividad presencial en el trabajo, ésa es una de las tareas que hay que volver a incorporar a nuestra agenda. Comer sano y disfrutar de la comida y su compañía, que son los tres grandes objetivos de sentarse a la mesa, también es posible a base de tarteras. Hoy le contamos cómo hacerlo, de la mano del médico nutricionista Javier Aranceta, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC).
La principal ventaja de la fiambrera es, según explica el experto, que nos permite comer algo más allá del convencional y socorrido bocata, que está muy bien, pero para todos los días no vale. Dicho esto, la fiambrera no es la chistera de un mago. No cabe todo en ella. Nos permite transportar comida más elaborada, pero es muy importante que tengamos en cuenta el lugar donde van a conservarse esos alimentos hasta la hora del almuerzo.
Si su empresa carece de cámaras frigoríficas y la comida que lleva tendrá que pasar mucho tiempo al aire libre, olvídese de platos con salsas, que pueden perderse y provocar una intoxicación alimentaria. Si tampoco hay un microondas o una cocina donde calentar los alimentos, tendrá que optar por menús fríos.
Opción fría: ensaladas y más
No es tan difícil. Use la imaginación para prepararse ensaladas. La lechuga y tomate tradicional bien pueden acompañarse de cebolla o cebollino, maíz, aceitunas (que son un producto muy nutritivo), espárragos, pimientos, atún o huevo cocido, algún días unas gambas. Si no se lleva una pieza de fruta de postre, también puede acompañar esa ensalada con algo de piña, melón o uva y hacer una comida muy completa con un solo plato.
Otra opción es prepararse una ensalada fría de pasta, a la que se podrían añadir otras verduras cocinadas, como pimiento o calabacín. Es muy sabroso y aporta agua, fibra y abundante vitamina B6, ácido fólico y minerales como potasio y magnesio. Para evitar el engorro del condimento, lo ideal, según aconseja el experto, sería llevarse unos sobrecitos de aceite, sal y vinagre y prepararla en el momento en que se vaya a consumir.
En caso de 'menú frío', deberá hacer un esfuerzo de imaginación y tratar de compensar la alimentación del mediodía con la que se prepare luego en su casa para cenar. A la hora de organizarse, recuerde que lo más saludable es comer legumbres de tres a cuatro veces a la semana y frutas y verduras a diario. Tampoco olvide incluir en su dieta semanal, al menos, dos raciones de 150 gramos de pescado y optar por carnes blancas, como las de conejo, pavo o cerdo, más que por las rojas de vacas y terneras.
Algunos consejos
Si puede calentar la comida, la cosa cambia por completo. Tome nota.
Ahorre esfuerzo. Cocine para varios días y guarde sus raciones en el congelador de casa.
Evite llevarse alimentos preparados a la plancha porque corre el riesgo de que se le queden demasiado secos.
Cocine bien los alimentos. Los de plato por encima de los 70 grados; carnes y huevos, bien hechos. No deje las tortillas jugosas. Evite posibles contaminaciones.
Elija envases de vidrio. Pesan más, pero son más seguros que los de plástico y no alteran el sabor de los alimentos.
Beba agua. Mucho más sana y recuerde además que está trabajando.
Lleve yogur o fruta para postre.
Y recuerde que la buena compañía en la mesa aporta tanta salud como una comida sana. ¡Feliz regreso!
