Tostadas de Carnaval, claro que sí
El postre típico de las fiestas más canallas del año tiene fama de bomba calórica, pero existe la manera de disfrutarlo sin que nos pese
Parece que tostada de Carnaval y nutrición son términos antagónicos, pero no es para tanto. Dele una vuelta... Si lo piensa bien –y no es porque sean deliciosas, que también–, es uno de esos platos que lo tiene todo para ser considerado un auténtico aliado de la salud. Sí, es un postre y se trata de un dulce, pero no es un producto procesado, sino al contrario, casero cien por cien.
Su elaboración, además, requiere el uso de los ingredientes más básicos y naturales que podemos hallar en nuestra despensa, y posee la ventaja añadida de que es capaz de unir en la cocina a varias generaciones de una misma familia. ¿Cuántas cosas hay más sanas que preparar con tus hijos la receta que tu madre aprendió de su abuela? Pues muy pocas, y ésta, desde luego, es una de ellas. La nutricionista Anabel Tueros tiene el secreto para conseguir que el pecado más dulce no pese, ni en las caderas ni en el alma.
Comencemos por los ingredientes. La experta de la clínica Anabi aconseja decantarse por las tostadas de pan, que son las típicas de Carnaval; y se conocen también como torrijas para diferenciarlas de las de crema, que esas sí pueden resultar una auténtica bomba calórica. El pan brioche es más sabroso, pero déjelo; nos vale la barra del día. Utilice leche desnatada o semidesnatada (preferible) para reducir la cantidad de grasa.Con el mismo objetivo, las freiremos en aceite de oliva, en poca cantidad y bien caliente para evitar que se saturen con él.El huevo no presenta mayor problema y a la hora de endulzarlas no las reboce en azúcar. Espolvoree una mezcla de edulcorante (si es azúcar, la menos) con más canela de la que usaba habitualmente para ganar en dulzor. «Las tostadas son un producto muy potente, podemos comer una o dos, pero si lo hacemos –«que no veo por qué no»–, que sea para disfrutarlas», aconseja la experta. Los más modernos añaden chocolate o miel a la leche, pero déjese de experimentos. Es algo que nada tiene que ver con la receta tradicional y son sólo calorías inútiles.
La mejor forma de prepararlas es, sin duda, acompañado por los hijos de uno, especialmente si son menores. Ellos se lo pasarán fenomenal y manosear los ingredientes les permitirá familiarizarse con ellos, conocer las texturas de los alimentos a través del tacto, no sólo por el gusto y, lo más importante: reforzará su autoestima. Descubrir que el plato que han preparado contribuye a alimentar a la familia les dará un plus de seguridad personal. Familia que cocina unida se lo pasa fenomenal y eso que gana.
Cómalas a gusto
Una tostada, como dice Anabel Tueros, es un plato «muy poderoso». Una rebanada de pan de 100 gramos, entre la leche, el huevo, el aceite y el cocinado, bien puede llegar a pesar el doble. Por eso, es muy importante, cuidar los ingredientes y la forma de elaborarla. Piense que una torrija de 350 ó 400 gramos puede suponer hasta 500 calorías.
Si decide comerse una o dos porque es Carnaval, disfrútelas. Cómalas a gusto y no se deje llevar por ese sentimiento de culpa que sólo servirá para generarle un dolor de estómago innecesario. Las fiestas son para celebrarlas con su comida típica.En Pascua, cordero;roscón en Reyes, torta para San Blas y en la fiesta más laica y canalla, tostaditas.
Pero si, así y todo, cree que la conciencia le va a poder, ayúdese con algunos trucos. Coma algo menos de víspera, déjelas como postre de un menú que lleve por delante verduras y pescado o carne magra; y después de comer salga a caminar 40 minutos o una hora. ¡Es solo una tostada, no se deje vencer por una barrera psicológica! Feliz Carnaval pandémico... Vaya calentando la leche con canela.
