Vermuts caseros y una buena barra de pintxos en Sancho El Sabio

El 9 de marzo de 2022 abrió el Point, que en sólo tres años se ha convertido en un referente de la calle Sancho El Sabio de Vitoria-Gasteiz. Esta calle forma parte del eje que se ha convertido en una de las zonas de desayuno, almuerzo y poteo del centro vitoriano. Ya sabemos que los bares y cafeterías de una ciudad son punto de encuentro y lugares de socialización por excelencia. En el Point, el que fue el mítico Jul-Tom de toda la vida en el barrio, han coincidido dos personajes que se han ganado a pulso su puesto en el apartado gastronómico de Vitoria-Gasteiz. Ambos se conocieron trabajando en establecimientos míticos como el Toloño, aunque su trayectoria familiar ya les hacía merecedores de su puesto en este sector porque «de casta le viene al galgo». Jairo Bosch y Rubén Ruíz de Azúa. Ambos y sus progenitores han estado, entre otros, en El Central, el 3 B, Molly Malone…

Tras conocerse, congeniar y trabajar juntos, Rubén estudió en Madrid Gestión y Administración de Empresas y, a su vuelta y reencontrarse con Jairo, decidieron montar un negocio por su cuenta –Rubén con solo 23 años–. Fue el antiguo Jul-Tom, al que decidieron darle vida aprovechando el potencial de esta peatonal calle y su barrio. Tienen dos Soletes Repsol, distinción «a locales que se destacan por su esencia auténtica y carácter único, pero que no necesariamente pertenecen al mundo de la alta cocina». En éste, se destaca que ha dado nueva vida a la zona, con una amplia clientela y «crujientes pintxos, humeantes cazuelas y tortillas variadas para un poteo a la alavesa». Hay productos de temporada y de la zona, de proveedores de confianza, y son los únicos proveedores de Mahou 5 estrellas. ¡Tienen la exclusividad con 3 tanques de 500 litros! «Todo un punto de encuentro para los que quieran comer buenas tapas en Vitoria», según la Guía Repsol.

La guía Macarfi dice: «local con decoración cuidada en tonos negros y amarillos (un homenaje a los colores de San Viator), con buena barra y agradable terraza. Desayunos contundentes, carta de picoteo corta y vermuts caseros. Todo rico. Nuevas creaciones de pintxos cada semana». De su cocina salen rabas con un delicado crujiente hecho en casa, como la masa de las croquetas, suaves y cremosas. Las tortillas, melosas, con patata alavesa, sola o con ingredientes varios como pulpo, y los pintxos de bonito del Cantábrico los coronan con una deliciosa anchoa de Santoña.

Uno de los bocados más demandados es el de pisto con boquerón, y el de pan 'pringado' con jamón ibérico, pimiento verde, huevo duro, mayonesa y anchoa. También el de txaka con lacón y langostino, y el de peperonccino sobre cama de atún con mayonesa. Las gildas las elaboran con aceituna gordal, piparra y anchoa, o con olivas, boquerón y cebolla encurtida. Y de vez en cuando te puedes encontrar a un maestro cortador de jamón. Una opción más para la ruta del aperitivo gazteiztarra.

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