La ruta del picante en Bilbao, solo para los más atrevidos

La cocina tradicional vasca también puede presumir de contar con algunos platos picantes, aunque más que platos se trata de productos en sí, como la guindilla, el pimentón o las alegrías riojanas. Pero en cuanto a fuegos abrasadores, debemos irnos fuera para conocer las variedades de chiles, pimientos y platos considerados los más picantes del mundo, algunos incluso considerados mortales. Por suerte, Bilbao está lleno de lugares donde poder disfrutar de platos extremadamente picantes sin movernos del País Vasco. Eso sí, solo para los más atrevidos, aunque no hay riesgo de muerte.

Sabemos lo mucho que pica o no un chile gracias a la Escala de Scoville, que desde hace algo más de cien años, es la que mide el picor de los chiles en una progresión de 0 a 15.000 millones de unidades Scoville. Para hacerse una idea, el pimiento de padrón - incluso los que pican - tienen 0 unidades Scoville, el jalapeño entre 2.500 y 5.000 y el Carolina Reaper, considerado el pimiento más picante del mundo, puede alcanzar los 2,2 millones de unidades. Entrados ya en materia recorreremos los restaurantes de Bilbao donde el picante no es un juego para niños.

Se trata de un plato típico de la región de Sichuan - tradicionalmente considerada como la cuna del picante en China - de hecho, muchos de los platos de esa provincia al suroeste del país, no son aptos para la mayoría de los paladares occidentales. Pero aquí en Bilbao la carta del Xiang Wei Jia se ha adaptado, y ofrece otras opciones también picosas, pero más tolerables como su Pote de incienso picante o su pescado al sartén con especias. Pero cuidado, porque siguen picando ¡y mucho!

En un recorrido por el lado más picante de la villa no podía faltar una referencia a la comida india, sinónimo de picante en todo el mundo. Para los amantes del fuego en la boca y en el cuerpo la parada en el Buddha Palace Indio Nepalí Restaurante (Av. del Ferrocarril, 2A) es imprescindible. Elaborados con chiles frescos y una mezcla de especias propia (pimienta negra, mostaza, cardamomo y comino) sus platos Vindaloo y Madras son los más picantes de la carta, mucho más que los famosos currys.

Lo mejor es la cremosidad de las salsas que acompañan al pollo, al cordero y las gambas, gracias a sus bases de nata, mantequilla y coco. Así que además de capsaicina pura y dura, este picante también resulta agradable y fácil de saborear. Acompáñalo con un buen trozo de pan naan de queso, -muy recomendable-, un cuenco de arroz y por supuesto mucha agua o cerveza.

Y hablando de referencias mundiales de picante hay un país que tiene que aparecer sí o sí en esta ruta: México, la tierra de los habaneros. La lista de restaurantes mexicanos en Bilbao es bastante larga, por ello hemos seleccionado dos lugares con perfiles muy diferentes, pero con algo en común, «un pique rico». El restaurante Chilango (Colón de Larreátegui, 34) es un local donde se puede experimentar de manera muy fiel la experiencia de comer en el auténtico México sin salir de la ciudad. Las recetas son platos tradicionales de Ciudad de México, de donde es Marcelino Barrenechea, su propietario y quien idea todas las recetas.

Si hablamos de lo picoso de su carta, Barrenechea ha visto de todo «muchas personas acaban sudando, así que siempre es mejor preguntar antes de pedir los platos. Por ejemplo, nuestros dos platos más picantes son las enchiladas y los chilaquiles rojos, en picante equivalen más o menos a media botella de tabasco», advierte.

Como no podía ser menos en Chilango la oferta de platos picosos es muy amplia: «Tenemos varios platos con picante, desde un ceviche de langostinos con un nivel moderado hasta platos con alto nivel que llevan una salsa de chile habanero y mango. Dentro de las salsas que manejamos también tenemos 3 niveles, desde el chile chipotle que es muy tolerado hasta el aceite con habaneros troceados con un nivel muy muy alto».

Dentro de la ruta se trata de un picante bastante moderado y adaptado al paladar vasco, o al menos para los que ya estamos un poco más curtidos, así que mejor prueba las salsas antes de pedir el plato. Si por el contrario te sabe a poco, puedes pedir su aceite con rodajas de habanero, recomendado por su propietario si te quieres enchilar bien, pero cuidado, hay que recordar la escala Scovill; y es que el chile habanero ocupa el noveno puesto en dicha escala. Para iniciarse en el mundo del pique rico merece mucho la pena probar el Elote con Tajín de este local, un plato muy típico de la Street Food mexicana que es adictivo.

Continuamos el viaje por México y por su plato estrella de la comida callejera: los tacos. En Los tacos de 10 by Surfing Tacos (Calle Licenciado Poza, 41) saben y mucho sobre este «platillo» y sobre cómo se debe comer. «El taco debe ser de bocado, chorrear salsita y picar» por eso en Surfing los venden en formato individual, en una tortillita pequeña que se come en dos mordiscos, de suadero, cochinita, carnitas, pollo o nopal, al que le puedes añadir todas las salsas que quieras.

Y aquí es donde entra el «pique». Tienen tres variedades de salsa, desde la verde que «pica poco» y la de chile habanero que es la que más pica de todas. Y no, no es una exageración, en la barra tienen un buen barril de horchata fresquita y preparada para calmar a los enchilados más incautos. Como no podía ser menos, aquí las bebidas también pican, las cervezas preparadas como las Micheladas o las Cheladas son dos de los imprescindibles del local.

Terminaos la ruta en Pizza y Pasta Grossi (Calle Manuel Allende, 12) un obrador italiano donde el picante te lo ponen para llevar; y es que la gastronomía italiana no lo presume, pero también cuenta con platos y productos tradicionalmente picantes, e incluso cuentan con un chile propio: el peperoncino, que es la variedad de pimiento picante más extendida en la península itálica.

En este obrador familiar, Luz Grossi puede presumir de comercializar uno de los embutidos estrella de la cocina italiana, y uno de los más picantes del mundo. «El Nduja de Calabria es como una especie de sobrasada muy picante que usamos para untar en el pan, como aderezo de pizza, para acompañar la pasta e incluso para la tortilla. Es un producto elaborado a base de diferentes partes de cerdo y peperoncino, por eso tiene ese color rojo», nos cuenta Luz.

Y como de picante va la cosa, hemos querido sacar de la despensa de Grossi todos los productos con los que retar a quienes busquen sabores inusuales y picantes. «Tenemos una oferta muy variada y es que en Italia nos gusta el picante, por eso puedes llevarte a casa por ejemplo un mix de especias picantes, mortadella, salamino picante, salsa arrabiata, taralli de guindilla, nuestra pasta caserecce con ajo y guindilla elaborada en nuestro propio obrador e incluso crema de licor de chocolate y guindilla para quienes sean más dulceros… Todo para que viajes a Italia sin salir de tu casa», asegura Grossi.

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