El paraíso del queso está en Getxo

Si es usted amante del queso, no dude en visitar el bar Bikale, situado en el barrio getxotarra de Romo. Este establecimiento familiar, que abrió sus puertas en 1977, es regentado desde hace algo más de dos décadas por el matrimonio compuesto por Begoña y Jesús Arranz. «Era de mi padre y para no perderlo, apostamos por dar continuidad al negocio», reconoce Begoña. Pero a ese relevo generacional quisieron darle un toque único e innovador. Amantes de los quesos, decidieron incorporar tablas variadas a su carta. «Al principio metimos unos pocos que trajimos nosotros mismos de Cáceres para probar, pero rápido se corrió la voz y ahora tenemos clientes que vienen hasta de Bilbao para probarlos», apunta Jesús.

Tienen de todas las texturas y tipologías. Desde franceses, hasta ingleses, pasando por los españoles. Uno de los que más gusta es el Shrophsire, un tipo de queso azul hecho de leche pasteurizada de vaca. «Una vez que lo saborean, ¡repiten!», confirma Jesús.

Acompañados de un buen vino o una cerveza, los clientes pueden pedir tres tipos de tablas, en función al número de quesos que quieran probar (se venden por 8, 14 o 21 euros según cantidad). Saben que la excelencia marca la diferencia, y de ahí que busquen los mejores quesos de autor. Aseguran que incluso han llegado a visitar las fincas donde los hacen para ver 'in situ' el proceso. «Nos gusta mucho este mundillo y por eso hemos viajado, por ejemplo, hasta León para probar los que hace Javier Barrera», añaden.

Tienen en cuenta el paladar del cliente en cada decisión. «Si traemos alguna variedad nueva, siempre la damos a probar antes. Si gusta, nos la quedamos y si no, pues buscamos otra que pueda encajar mejor con el consumidor», explican. Pero además de las tablas, el bar también cuenta con un surtido de comida para picar algo, como zamburiñas, nachos, quesadillas o mollejas de cordero.

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