De pastrami, solomillo o jamón; cinco bocadillos que no puedes perderte en Bizkaia si eres 'carnívoro'

Podríamos decir que son infinitas las creaciones de esta pequeña porción de comida que tantas veces nos ha salvado una cena, que mata el gusanillo a media mañana o nos alegra una merienda. En esta ocasión hemos seleccionado cuatro bocadillos de Bilbao y uno de Getxo en los que el ingrediente principal embutido o carne.

El Antomar es un local especializado en embutidos. Los bocadillos que más piden los clientes habituales son los de anchoas, bonito con alegría riojana, chorizo, salchichón y especialmente jamón, que es de la D.O. de Extremadura. Las lonchas las cortan de algunos de los jamones colgados sobre el mostrador, perniles de 9 kilos y con tres años de curación. El bocadillo siempre se come caliente. Las lonchas se ponen en el interior de un panecillo mini baguette recién hecho al horno.

En la Taberna Dos, un local clásico de la calle Ledesma, donde ofrecen una gran variedad de bocadillos, especialmente el de bonito con anchoa y alegría riojana. Pero el más demando por la clientela es el Athletic, un bocadillo contundente, de los de quitar el hambre. En el interior de una barra castellana de pan se pone una tortilla de chorizo –en su punto, muy jugosa–, dos tajaditas de lomo a la plancha, que le da el toque de contundencia, y una alegría riojana, que le aporta el punto picante imprescindible.

Este bocado, del que salen decenas de bandejas a lo largo del día, es uno de los de mayor éxito en el Estoril. El secreto de este pintxo es el chorizo, longaniza traída 'ex professo' desde Frades de la Sierra (Salamanca). Se corta la longaniza muy fina y se pasa un poco por la sartén con aceite de oliva. En la sartén se echa un huevo, que previamente se ha batido bien, y se mezcla con el chorizo. Todo ello se hace a fuego lento. Debe quedar poco hecho. Se saca y se mete entre pan pan y pan, una baguette recién horneada. Ha de comerse bien caliente.

En este local, especializado en pepitos de carne, uno de los bocados más solicitados es el txaskito, un pequeño bocadillo de suprema de solomillo. El txaskito, que se hace en el momento que el cliente lo pide, puede ser de dos formatos diferentes: clasic (tamaño medio) y TX. El pan del bocadillo es de masa madre recién horneada. La carne es de vacuno mayor gallego con una edad mínima de cinco años y se hace en aceite de oliva. Se acompaña con sal de Añana.

En Las Fiambrera de Algorta hacen un bocadillo de pastrami, que está para chuparse los dedos, y en breve van a hacer la versión rosbif. Noelia, la cocinera, afirma que un buen bocadillo no debe tener más de tres elementos. En el interior de un pan de cereales y semillas se pone rúcula, ternera curada y una salsa elaborada con mahonesa, mostaza, un poco de jugo de carne y parmesano. A la hora de sacarlo, para que el pan quede tostado, se le da un golpe de calor. Los puristas que deseen la versión original de Nueva York podrán disfrutar este bocadillo con un pepinillo encurtido.

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