Kokotxas, garbanzos con callos, albóndigas... platos caseros con vistas al Puente Colgante

Jorge Lamas Diez estudió Económicas en Sarriko pero siempre tuvo claro que se iba a dedicar a la hostelería. En 2007 se hizo cargo del bar Kaixo en Las Arenas, ubicado al lado del Puente Colgante de Bizkaia. Frente a la ría se ha convertido en uno de los locales de referencia del entorno. Las rabas de los fines de semana son de obligado cumplimiento para su clientela –que es mucha y variada–. Jorge ha aprendido el oficio de hostelero a través del ejemplo de sus padres, trabajadores infatigables –Jenaro Lamas, fallecido hace unos meses, y Milagros Díez– que durante años regentaron el Glass House en Las Arenas, donde han sido toda una institución. Milagros ejerció en el Marítimo del Abra con dotes de excelente cocinera y ha transmitido a su hijo su pasión por los fogones.

En abril de 2017 Jorge Lamas, un joven con deseos de crecer, decidió hacerse cargo del bar restaurante El Puente, situado al otro lado de la Plaza del Puente-Zubia. Desde entonces se ha convertido en otro de los lugares de peregrinaje en Las Arenas, donde cuenta con una amplia barra de ricos pintxos –los calamares fritos son muy demandados los fines de semana–, dos comedores interiores que acaba de reformar para darles más luminosidad –con capacidad para 20 y 30 comensales respectivamente– y una terraza exterior –donde pueden comer o cenar hasta 40 personas– ideal para disfrutar los días de buen tiempo.

En el restaurante El Puente los platos son del recetario de la cocina tradicional, sin alharacas. Ofrecen un menú diario de lunes a viernes a un precio muy razonable, varios menús para grupos, un menú chuletón (mínimo para dos personas) y una carta con fundamento. Se puede disfrutar con unas magníficas kokotxas de merluza, gelatinosas, gustosas, cuya salsa es para comer a cucharadas o mojando pan hasta aburrirse. Los garbanzos con callos –que pueden ser uno de los platos del menú del día– resultan tan sabrosos y bien condimentados que invitan a repetir. También ofrecen albóndigas –receta casi olvidada por los establecimientos de nuevo cuño– con salsa española y patatas fritas, salmón sobre salsa de piquillo o bacalao con tomate y pimientos, otro plato plenamente casero.

En la carta tienen verduritas salteadas con foie –con las verduras al dente–, mollejas de cordero, micuit con tostas, almejas a la plancha o en salsa verde, ensaladilla rusa, carrilleras de ternera al vino tinto, solomillo de vaca con patatas fritas y pimientos, sapo negro o lubina a la plancha. El besugo, rodaballo, rey, San Martín, carabineros o bogavante los preparan previo encargo. Y de postre no se pierdan la tarta de zanahoria ni la tarta de queso al horno. Cuenta con una bodega con excelentes vinos, cavas y champanes.

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