El Himalaya empieza en el barrio de La Peña
Saipal traduce los sabores de Nepal e India al lenguaje cotidiano de este distrito bilbaíno, sin perder la autenticidad ni la calidez de una casa de comidas
En el decorado se mezclan con una naturalidad pasmosa deidades hindúes, banderas del Athletic y restos de lo que se intuye fue un pub irlandés, de esos que se pusieron de moda en Bilbao allá por los 90. Con un par de ajustes en la iluminación podría ser un comedor con cierto encanto. La tele proyecta una sucesión de vídeos de Bollywood, al fondo de la barra un habitual apura una cerveza y dos chiquillos corretean por el comedor. Entran dos parejas, saludan a la dueña con un leve cabeceo y preguntan: «¿A nuestra mesa, verdad?» Buena señal. Puede que en la carta no encontremos pilpiles, potajes o croquetas, pero Saipal parece tener los mimbres de una casa de comidas tradicional.
Apenas lleva seis meses abierto, y ya ha conseguido que los vecinos de La Peña se vayan familiarizando con los sabores de la India y Nepal, de donde proceden Sarmila y Subodh. Llegaron a Euskadi hace más de una década –tras una desalentadora etapa en Londres– y aquí han encontrado un entorno seguro y un barrio tranquilo en el que criar a sus hijos: Ainara y Aidel, que a sus 4 y 2 años chapurrean sus primeras palabras en euskera. «Vinimos con muchas ganas de trabajar, de perseguir nuestro sueño y poco a poco lo estamos consiguiendo», dice Sarmila, ilusionada al saber que su restaurante va a salir en el periódico.
Ella es sin duda una de las mejores bazas de Saipal: anfitriona natural, recibe a la clientela con una sonrisa y una amabilidad que a veces cuesta encontrar. Consciente de que la mayoría puede llegar a perderse en la extensa carta, se esfuerza en orientar al comensal, explicando recetas e ingredientes y ajustando puntos de picante. No descansa hasta dictar una comanda que encaje con sus expectativas.
«Muchos creen que la cocina india es muy picante, pero no tiene por qué. Es intensa, sí, tiene jengibre, ajos y especias que son muy buenos para la salud –apunta– y nosotros tratamos de adaptarla al paladar vasco». Por lo demás, en su repertorio encontramos abundante verdura, pollo o cordero con mucha sazón pero sin excesos de grasa y una frescura general de estimula el paladar sin abotargarlo.
Probamos como aperitivo unos momo dumpling, unas empanadillas de pasta blanda, rellenas de carne y verdura, que son uno de los platos más representativos de Nepal, resueltas con una finura que supera a muchas gyozas precocinadas que sirven por ahí. El pollo tandoori, marinado en yogur, jengibre, cilantro y especias, resulta jugoso sin necesidad de ir bañado en salsa. Y el sheek Kebab, carne de cordero picada con hierbas aromáticas, no tiene nada que ver con ese rollo de carne grasienta que despachan en la esquina.
Echar raíces
Nacieron en Katmandú pero es en el barrio bilbaíno de La Peña donde han echado raíces y donde piensan criar a su familia. Subodh se encarga de preparar en la cocina alguna de las especialidades más populares de Nepal y de la región india de Punjab, mientras que Sarmila es la cara visible del negocio. Aún le queda tiempo para trabajar en una peluquería por las mañanas, pero sus esperanzas –y sus ahorros– están puestas en este negocio de hostelería, entendido, como en las casas de comidas de antaño, como una extensión de su propia casa.
Saipal
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Dirección: Lekanda, 5. Bilbao.
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Teléfono: 946125120.
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Precios: Momo dumpling: 7,95 €. Pollo tandoori: 11,95 €. Sheek kebab: 12 €.