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José Alberto Molina se ha forjado en las 'escuelas' gobernadas por chefs de renombre como el cinco estrellas Michelin, Eneko Atxa, y el especialista en gastronomía japonesa, con un sol Repsol, Víctor Planas. Sin duda, se le ven las buenas maneras que ha absorbido durante los periodos compartidos con «mis grandes maestros», agradece.
Al entrar en el Eskura, maravilla observarle cómo faena al otro lado del mostrador, por la delicadeza y el mimo que otorga a cada una de sus composiciones. «Nos gusta que los clientes elijan también el interior del local para comer. Queremos que lo hagan a la manera de Japón, para que vean por sus propios ojos cómo tratamos el género que van a disfrutar», anima a practicarlo.
El éxito del novedoso «bar, más que restaurante», lo comparte con su compañera, Alba Bilbao. Esta «bermeotarra de corazón» se deshace en atenciones con los clientes, que igual se sientan a saborear unos makis de carne que a disfrutar de una taza de café mientras contemplan el puerto. «Al anochecer la terraza se convierte en un espacio más íntimo para las cenas», provoca, además, esta experta jefa de sala, que ha compartido trabajo en los mismos restaurantes 'premium' que su pareja, José. Ambos coincidieron también a la hora de elegir Bermeo para abrir su negocio «porque le vimos mucho potencial y el sushi tenía que combinar sí o sí con la costa».
Por el Eskura de Bermeo desfilan platos que se exhiben sobre una cuidada vajilla japonesa. Ostras francesas, carabineros, makis de entrecot y vaca vieja, gyozas, tempura de gambas… Género que rezuma calidad a golpe de vista. El cangrejo de caparazón suave es otra de las mayores delicias que se sirven en el bar japonés de la localidad vizcaína. «Lo pillan durante el ciclo en el que muda su piel. Tiene un sabor espectacular;sin artificios», explican. «Es puro mar», confirman.
A los que les cueste elegir entre la extensa carta de platos, pueden dejarse llevar por las recomendaciones del chef. Para ello basta con que pronuncien la expresión japonesa 'Omakase', «que significa que dejas en manos del cocinero la elección, en base a los productos más frescos del día».
En ese caso, el Eskura te propondrá ir de menos a más: Comenzar con un usuzukuri de cortes finos, deleitar después al paladar con nigiris variados y rematar con unos makis. «Las sopas las reservamos para los días más fríos», apuntan. Eso sí, tratándose de Bermeo, capital mundial del atún, no podía faltar esta especie de pescado en la cocina. «Imprescindible».
¿Y para beber? Marqués de Rodil, Conde de los Ándes o una de txakoli '42', entre otras opciones.
El Eskura es, sin duda, una de las novedades gastronómicas más interesantes que han arribado en los últimos tiempos a Bermeo. El bar de cocina japonesa contemporánea abrió hace poco más de un mes y medio su coqueto local, a pie del puerto viejo de la villa marinera y, desde entonces, no ha dejado indiferente a ninguno de sus clientes, sean o no aficionados a los sabores y aromas provenientes del país nipón. Al frente de los fuegos del establecimiento, presidido por una agradable terraza, en pleno muelle histórico de la localidad costera, se ha colocado José Alberto Molina; un cocinero bregado en la cocina nipona.
Dirección: Muelle Benantzio Nardiz, 22 (Bermeo).
Teléfono: 613563271.
Precios: Sashimi moriawase:25 €. Shasimi salmón:16 €. Gunkan de ikura: 6 €. Usuzukuri lubina:12,50 €.
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