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Gorka Romaña atiende él solo la tienda que fundaron sus padres y no le ha faltado género desde que empezó la cuarentena. Jordi Alemany
Regreso a la tienda de la esquina

Regreso a la tienda de la esquina

El confinamiento puede ser una oportunidad para redescubrir ese comercio cercano y familiar, que comparte nuestra incertidumbre y nos ayuda a sobrellevarla con buenas viandas

guillermo elejabeitia

Viernes, 27 de marzo 2020, 09:46

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En el panorama de calles desiertas y persianas bajadas que impera desde hace dos semanas en nuestros pueblos y ciudades, ellos resisten como pequeños faros de vida cotidiana en casi cada esquina. Fruterías, carnicerías, pescaderías o aquellas tiendas de ultramarinos que creíamos casi extinguidas forman una red –cada vez menos tupida– que se hace estos días más necesaria que nunca.

Nuestras escasas incursiones a la calle se dirigen casi en exclusiva a comprar viandas, pero mientras muchos hacen cola a la puerta de supermercados y grandes superficies, los pequeños comercios asisten con preocupación a un goteo cada vez más intermitente de clientes. «Vamos a sufrir mucho hasta la retirada de las medidas preventivas, pero también es verdad que esta situación nos da la oportunidad de reivindicarnos», aseguraba estos días el presidente de Bilbao Dendak, Rafael Gardeazabal. Y no le falta razón.

Del nerviosimo al abatimiento

Puede que no lleguen a competir en precio con los gigantes de la distribución, pero ofrecen algo que difícilmente podemos encontrar en el lineal del hipermercado: cercania y familiaridad. Muchos de ellos llevan décadas en nuestras vidas acercándonos el trabajo de pequeños agricultores, ganaderos y pescadores de nuestro entorno, y ahora comparten con nosotros la misma incertidumbre por el futuro. En estas circunstancias comprar en la tienda del barrio es algo más que un capricho de sibaritas o un ritual nostálgico, es casi un ejercicio de responsabilidad social.

Son días extraños para todos, en los que el ánimo de la población pasa del nerviosismo al abatimiento a golpe de titular. Así lo han vivido también los comercios, que en los días previos a la declaración del estado de alarma experimentaron las jornadas más ajetreadas que se recuerdan. «Aquel viernes y sábado no daba abasto, la gente estaba muy nerviosa y hacía acopio de todo, el que antes llevaba un kilo me pedía ocho de legumbre», cuenta todavía incrédulo Gorka Romaña.

Romaña (Bilbao)

Legumbres expuestas en Romaña.
Legumbres expuestas en Romaña. Jordi Alemamy

Romaña, el ultramarinos que fundaron sus padres en la calle San Francisco de Bilbao es un superviviente entre peluquerías, locutorios y tiendas de importación. Muchos vecinos del barrio que habían dejado de visitarle para ir al super o al centro comercial, han vuelto estos días a cruzar su puerta. «Y algunos se han dado cuenta ahora de que en mis especialidades –legumbres y conservas– soy más barato que las grandes superficies». En los apenas 30 metros cuadrados de su comercio se puede encontrar prácticamente de todo: huevos, leche, galletas, patatas, detergente o el codiciado papel higiénico. Gracias a eso y a que se encuentra en un barrio céntrico y populoso estos días incluso han subido un poco las ventas.

Dirección San Francisco, 24. Teléfono 944155324. Especialidades La más amplia variedad de legumbres que se puede encontrar en Bilbao.

Sagrario (Vitoria)

Rafa Gutiérrez

Alimentación Sagrario, en el centro de Vitoria, ofrece el mismo perfil de comercio de subsistencia, lo que le asegura un goteo más o menos constante de clientes. Como la gran mayoría, ha decidido recortar el horario y limitar la entrada, y afortunadamente sus fieles vecinos no han dejado de bajar a por fruta y verdura, conservas o jamón cocido, «solo que ahora me llaman por teléfono y se lo tengo preparado para cuando salen, así evitamos riesgos», explica Sagrario González Prieto.

Dirección Plaza General Loma, 2. Teléfono 945148139. Especialidades Fruta y verdura alavesa y navarra, pan de Murgia, jamón cocido natural, espárragos, fresas...

Sagastizabal (Bilbao)

Jordi Alemany

Es una de las grandes preocupaciones tanto de la clientela como de los comerciantes, que se juegan su salud al levantar la persiana. En la carnicería Sagastizabal «algunos clientes me hacen el pedido por Whatsapp y me pagan por Bizum», explican José y María Fernanda, que regentan, valiéndose de la última tecnología, la carnicería más antigua de Bilbao. Solo abren por la mañana, pero su jornada sigue sin bajar de las 16 horas, «porque siempre hay cosas que preparar» y a José, que aprendió el oficio a los 16, le gustan las cosas bien hechas.

Dirección General Concha, 16. Teléfono 944212927. Especialidades Salchichas «para comer de postre, chorizos tan buenos que son un peligro» o terneras con pedigrí de Elorrio.

Mario (Vitoria)

Blanca Castillo

La pandemia está siendo la puntilla para un tipo de negocio que en las últimas décadas ha «sufrido mucho con los supermercados» y se ha visto «ahogado por la burocracia». La solución ha sido especializarse, pero en una economía de guerra eso puede ser un arma de doble filo. Que se lo digan a Mario Ballesteros y Eva López (Carnicería Mario), expertos en carne de potro de alavés cuya clientela venía de toda la región. «Ahora no pueden venir y estamos casi parados, al que nos llama intentamos llevárselo, pero el teléfono no suena como antes».

Dirección Correría, 87. Teléfono 945259074. Especialidades La carne de potro de ganaderos de Álava en chuletas, solomillo, hamburguesa, entrecot o embutidos.

O'Carallo (Vitoria)

Blanca Castillo

Quizá por eso en la tienda de productos gallegos O'Carallo, acostumbrados a un público sibarita, han dado salida estos días a más azúcar, pan o leche que de costumbre. «Ya no vienen a por albariño y salchichón de gallo, ahora toca sobrevivir», dice Clemente Malvido.

Dirección Venezuela, 18. Teléfono 945124268. Especialidades Productos gallegos: pan, empanadas, quesos, carne salada para cocidos, embutidos o dulces.

López Oleaga (Bilbao)

Jordi Alemany

En López Oleaga –116 años de historia en el mejor tramo de la bilbaína calle Astarloa– su clientela habitual se ha esfumado casi por completo. «Vivimos de la gente que viene al centro a trabajar o hacer gestiones y pica al pasar por el escaparate», explican Pedro y Marisol, los últimos de la saga. Fundada en 1904 por un tío bisabuelo suyo, la tienda ha sobrevivido a la gripe española, la guerra y el racionamiento «pero esto no se parece a nada que hayamos vivido antes». Los anaqueles llenos a rebosar y la campana de la puerta, muda.

Dirección Astarloa, 3. Teléfono 944230333. Especialidades Vinos, licores y cualquier bebida que se le ocurra en una tienda con 116 años de historia.

Victofer (Vitoria)

Igor Martín

En Victofer, una institución de la conserva en Vitoria, capean el temporal como pueden después del cierre de los restaurantes, que suponen el 50% de su clientela. «La venta a domicilio es lo que está salvando los días», explican Sergio, Beatriz y Estitxu, nietos del fundador.

Dirección Cuchillería, 14. Teléfono 945255305. Especialidades Sus corazones de alcachofa, espárragos, pimientos del piquillo y de cristal, puerros o guindillas son mu apreciados.

Garate (Bilbao)

Jordi Alemany

También se nota la ausencia de hostelería en las pescaderías. Están dejando de llegar piezas de gran porte y se imponen «anchoas, gallos y merluzas porque gustan a los niños que ahora comen en casa», detalla Juan Martín, de la pescadería Gárate. Estos son solo algunos de los héroes cotidianos que estos días siguen al pie del cañón para que sigamos disfrutando de uno de los pocos placeres que nos quedan, la mesa. Seguro que les aguarda uno a la vuelta de la esquina.

Dirección Colón de Larreátegui, 29. Teléfono 944231329. Especialidades Merluzas, gallos o anchoas son las más solicitadas en estos días en los que los niños comen en casa «porque gustan a todo el mundo».

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