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Portada del 'Tesoro completo del hogar doméstico' de Emeterio Andrés. Ana Vega
Jantour | Historias

El desconocido libro de recetas de un bilbaíno escrito hace 138 años

Historias de tripasais ·

Riojano de nacimiento y bilbaíno de adopción, Emeterio Andrés y Rodríguez publicó en 1884 un curiosísimo (y prácticamente desconocido) libro de cocina

Sábado, 4 de junio 2022, 00:37

Les traigo una absoluta primicia. El libro del que les voy a hablar hoy no es ninguna novedad editorial (difícilmente podría serlo teniendo 138 años ... de edad), pero sí una rareza, una delicatessen bibliográfica que seguramente no esté en manos de más de media docena de coleccionistas. No consta en la base de datos sobre obras culinarias de la Real Academia de Gastronomía y tampoco lo podrán encontrar ustedes en la mastodóntica Biblioteca Nacional de España, en la de la Diputación de Bizkaia ni en ninguna de las bibliotecas de Bilbao a pesar de que el volumen en cuestión fuera escrito, impreso y vendido en la villa del Nervión. Échenle un buen vistazo a su portada, porque hasta hoy no había sido contemplada más que por cuatro gatos.

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El 'Tesoro completo del hogar doméstico' cabe en la palma de la mano: mide unos escasos 8 por 11 centímetros y tiene sólo 128 páginas. Si a eso le sumamos que fue un libro autoeditado, con una calidad de impresión justita y una tirada probablemente mínima, resulta comprensible que de él hayan sobrevivido muy pocas copias. La mía fue encuadernada junto a otro librito francés de economía doméstica por un misterioso y anterior propietario, a cuyo nombre asumo que corresponden las siglas J. M. R. grabadas en el lomo.

Tan escurridiza ha sido esta obra que escapó incluso al radar de Javier Mardones Alonso, autor de la estupenda 'Bibliografía de la gastronomía vasca 1800-1959' (Diputación Foral de Álava, 1997) que se tuvo que contentar con indicar simplemente el título, la fecha y el lugar de edición al no haber podido revisar el libro en persona. El único ejemplar que se conocía era el de la colección personal del gastrónomo guipuzcoano José María Busca Isusi (1916-1986) y permanecía inaccesible, aún sin catalogar, en la biblioteca Koldo Mitxelena de San Sebastián. Aunque ahora sí puede ser consultado in situ todavía no ha sido digitalizado, así que imagínense la ilusión que sentí cuando hace poco cayó en mi poder.

150 recetas

Tal y como reza su portada, el 'Tesoro completo del hogar doméstico' fue publicado en Bilbao en 1884 con intención de ser una guía práctica de alcance popular sobre «el gobierno interior en general de una casa». El objetivo del autor era quizás demasiado ambicioso como para ser condensado en poco más de un centenar de páginas, pero lo cierto es que consiguió encajar 150 recetas de cocina y un extenso prólogo plagado de «consejos de la ciencia y experiencia práctica para conservar la salud en todos conceptos». Siguiendo las teorías higienistas de la época, el escritor recomendaba aire puro, luz, sol y ejercicio a tutiplén además del uso de ropa holgada de algodón, el aseo frecuente e incluso el régimen vegetariano.

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¿Quién fue aquel bilbaíno tan moderno? ¿Quién aconsejó «no comer hasta embrutecerse ni beber hasta calentarse la cabeza»? El libro se limita a atribuir su autoría a un tal Emeterio A. y Rodríguez, un nombre para nosotros desconocido que sin embargo fue artífice de al menos otras siete obras: desde un 'Tratado práctico de la cría del conejo doméstico y de las gallinas' hasta un manual sobre 'Cuentas ajustadas por el nuevo sistema métrico decimal' o un ambicioso 'Diccionario popular de la lengua castellana con las 15.000 voces más usuales'.

Quebrados, jabones, cerveza...

Quebrados matemáticos, fabricación de jabones o elaboración de cerveza fueron otros temas sobre los que el enigmático don Emeterio sentó cátedra a finales del siglo XIX, así que asumí que una mente tan fértil habría dejado su huella también en la hemeroteca... Emeterio me esperaba en las páginas de 'El Noticiero Bilbaíno', diario en el que en 1881 anunció sus servicios como profesor de topografía, estadística, contabilidad y dibujo lineal.

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Vivía en el 37 de la calle San Francisco y se declaraba «agrimensor titulado por la Real Academia de San Fernando». Los conocimientos de agrimensura o ciencia de medir tierras, definir caminos y trazar mapas parcelarios se examinaban en aquella época en las academias de bellas artes, razón por la cual en el archivo de la madrileña de San Fernando consta el expediente de Emeterio Andrés y Rodríguez, natural de Torrecilla en Cameros (La Rioja) y titulado como agrimensor en mayo de 1855 a los 30 años de edad.

De lo que hizo este riojano en Bilbao y de sus recetas les hablaré aquí la próxima semana.

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