Pasión por las conservas de atún y bonito
Un estudio firmado por una empresa del sector revela la predilección de los vascos por las conservas de túnidos, que valoran tanto la calidad del producto como las artes utilizadas en su captura
A los vascos nos gustan por encima de todas las conservas de atún y bonito, pero no nos vale cualquiera. Buscamos calidad, productos de cercanía y que se hayan capturado utilizando artes respetuosas con el medio ambiente. Lo dice un estudio realizado a nivel nacional por una empresa conservera, que revela el especial interés que existe en Euskadi por el bonito del Norte. No es porque sea el túnido típico del Cantábrico, sino –seguramente– porque a sus mayores propiedades nutricionales suma que resulta muchísimo más jugoso. Y claro, nos gusta cuidarnos, pero también comer bien. Comienza la temporada de túnidos. Es hora de preparar fuegos y cazuelas.
Atún y bonito, frescos o en conserva, forman parte del pescado que no debe faltar en nuestra dieta. Uno y otro, aunque especialmente el segundo, constituyen una auténtica fuente de proteínas de alta calidad, también de vitamina D, que es un nutriente básico para el organismo porque ayuda a fortalecer los huesos, y sobre todo, porque son pescados azules.
Los vascos, más de bonito
Como las sardinas, anchoas, el chicharro y el salmón, conservan en su interior un auténtico tesoro, que es su riqueza en grasas Omega 3, protectora frente a las enfermedades cardiovasculares. La profesora de la Facultad de Medicina y Enfermería Carmen Pérez Rodrigo, presidenta de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), recuerda que el pescado, preferiblemente azul, debe consumirse al menos dos o tres veces por semana.
Los vascos parece que lo sabemos bien, según se desprende del estudio financiado por Conservas Rianxeira. Los botes y latas de ambos pescados son en el conjunto de España las preferidas por los consumidores, que eligen atún más que bonito del Norte (66% frente al 11%). Aún siguiendo el mismo esquema, Euskadi prefiere en mayor medida el producto autóctono que el procedente de aguas de los océanos Índico y Pacífico.
España figura como el país europeo donde se consume más atún rojo, que es el que se destina a fresco. Las ventas de conservas, que se elaboran fundamentalmente con los tipos listado, rabil y patudo, se han disparado desde el comienzo de la crisis del coronavirus hasta el punto de que el atún en lata es ya el segundo producto pesquero que más compran los hogares españoles, unas 100.000 toneladas al año, según datos del panel de Consumo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Solo le supera la merluza. El bonito del Norte, nuestro manjar particular, se utiliza indistintamente para ambas formas de consumo.
Pesca sostenible y certificada
El informe 'Radiografía del consumidor responsable', que Rianxeira ha financiado con motivo del Día Mundial del Atún que se conmemora este domingo, pone especial énfasis en el interés del consumidor vasco en que las conservas que se lleve a casa procedan de pesca sostenible certificada. Un 62% lo pide así. Es más: hasta un 94% de los usuarios estaría dispuesto a cambiar de marca si supiera que las capturas no se realizan de este modo.
Quizás por eso sea tan elevado el consumo de bonito en Euskadi frente al resto de España. El de nuestras pescaderías nace en el Atlántico Norte, en concreto en el mar de los Sargazos y cuando ya se ve joven y fuerte migra hacia el Golfo de Bizkaia. Ocurre al final de la primavera, cuando comienza la campaña.
Los primeros ejemplares, si no han llegado ya, estarán al caer en las pescaderías, pero cuanto más avanzada esté la temporada, mejor. Después de todo el verano empapuzándose de anchoas, jureles y sardinas en las aguas del Cantábrico están mucho más sabrosos. Ya sabe, con tomate, encebollado, a la plancha, asado...
