Ultraprocesados, peligro de muerte
El seguimiento durante 30 años de un grupode más de 100.000 personas revela que los alimentos de preparación industrial conllevan un mayor riesgo de muerte, especialmente los elaborados a base de carne, ave y marisco
Me van a llamar pesado, lo sé, pero soy periodista y la noticia manda. Una nueva investigación ha vuelto a poner de manifiesto algo sobre lo que ya hemos advertido en este espacio en más de una ocasión: los ultraprocesados matan. ¿Que están ricos, resultan adictivos, que bla, bla, bla...? ¡Pues claro! Pero habiendo platos tan deliciosos y productos de primera calidad como los que tenemos en este rincón del planeta, ¿quién quiere una preparación industrial supuestamente comestible? Lo dicho, poco a poco, esas porquerías, como los peores venenos, matan.
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El último trabajo sobre este tipo de productos tan socorridos (insisto, y venenosos) lleva sello estadounidense y supone el seguimiento de más de 100.00 personas durante nada menos que treinta años. Curiosamente, todos los voluntarios eran profesionales de la salud. Participaron en el estudio casi 75.000 enfermeras y 39.500 varones, todos ellos perfectamente sanos, que fueron seguidos entre 1984 y 2018. Cada dos años, los voluntarios iban facilitando sus datos de salud a los responsables del trabajo. Cada cuatro completaron un cuestionario detallado sobre la calidad general de su dieta. El análisis de todos esos datos conforma el estudio conocido ahora, que se ha publicado nada menos que en 'British Medical Journal', posiblemente la revista científica de mayor prestigio en el mundo.
Huya de los palitos de cangrejo
Durante el tiempo de estudio, los investigadores registraron 48.193 muertes, que incluyen 13.557 por cáncer; 11.416 por enfermedades cardiovasculares, otras 3.926 por enfermedades respiratorias y 6.343 más por patología neurodegenerativa. Por los datos recopilados, los voluntarios que más abusaban de los ultraprocesados en su dieta tenían un riesgo un 4% mayor de fallecimiento, que en determinadas patologías podía llegar al 9%.
No es un riesgo de muerte muchísimo mayor frente al resto de la población, pero sí lo suficientemente importante como para considerar que determinados productos sean eliminados de nuestra alimentación. Los productos más problemáticos son los elaborados a base de carne, las aves y los mariscos, especialmente los palitos de cangrejo. La lista de 'indeseables' también debería incluir las bebidas azucaradas, los postres lácteos y los productos para el desayuno altamente procesados, como cereales y ganchitos.
Todos ellos a menudo contienen colorantes, emulsionantes, aromas y otros aditivos, además de un alto contenido energético provocado por la excesiva sal añadida y grasas saturadas. Además, según recuerdan los investigadores, carecen de tanto de fibra como de vitaminas.
Cada vez hay más pruebas, además, que los vinculan no sólo con mayores posibilidades de muerte temprana, sino también de enfermedad. Los consumidores habituales de ultraprocesados llevan en su cuerpo más boletos para sufrir obesidad y todas las enfermedades ligadas a ella, como las cardiacas, diabetes, ictus, incluso determinados cánceres, como el de intestino.
Origen de la epidemia de obesidad
El estadounidense no es el primer trabajo que vincula el consumo de ultraprocesados con un mayor riesgo de muerte. Otro amplio trabajo publicado hace dos años en la revista oficial de la Sociedad Americana de Medicina Preventiva (JAMA) encontró que el mayor consumo de ultraprocesados se asocia con un 10,5% de muertes prematuras prevenibles y hasta el 21,8% de enfermedades crónicas también prevenibles.
Otra investigación, de esas mismas fechas, más o menos, con sello australiano determinó que los ultraprocesados son la causa principal de la epidemia de obesidad que sufre Occidente, Por encima incluso de la falta de ejercicio físico.
Pues eso, que más vale una tortilla francesa que las aparentemente mejores carnes procesadas. Eso sí, con huevos de gallina campera, cuidada al aire libre. Feliz semana. Coman bien.