De vacaciones. ¡Una de boquerones! llenos de vitaminas y calcio

Habitual durante todo el año, en verano alcanza la máxima versatilidad en la cocina del Sur al comerse en fritura, con migas o en vinagre

Jesús Lens

Lunes, 3 de julio 2023, 17:43

El boquerón es un pescado que, en verano, se convierte en dicotómico, enfrentado a la popular sardina. ¿Playa o montaña? ¿Arena o chiringuito? ¿Sardinas o boquerones? Cierto que se pueden pedir ambos, sobre todo si hay gente menuda a la mesa. Sardinas para los mayores y boquerones para los peques. Y luego, ya les robaremos alguno que otro en un descuido.

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El boquerón es el pescado con el que, de niños, aprendemos a comer pescado. Y a disfrutarlo. Frito, por supuesto. Y aquellos establecimientos donde los ponen desraspados y/o con limón se convierten en templos de obligada peregrinación. Las vacaciones en el Sur nos permitirán degustar esta joya del mar llena de bondades para la salud.

Y es que además de ser el pescado más popular, el boquerón atesora un buen número de propiedades. Para empezar y como buen pescado azul, el omega 3, esa grasa buena que nuestro cuerpo no genera por sí mismo y es imprescindible darle. En este aspecto, la sardina le gana, que aporta más, pero sigue siendo un buen pescado para disminuir el colesterol y los triglicéridos, además de favorecer la fluidez de la sangre, contribuyendo a facilitar su circulación y a mitigar el riesgo de coágulos o trombos.

En compañía de otros

Y las proteínas. De las buenas. Las de alto valor biológico. Sobre todo si somos de los que nos comemos los boquerones enteros, incluyendo sus raspas y hasta esa cola bien crujientita. Por cuanto a las vitaminas, destaca en la B y la D, aliada de huesos y dientes: 100 gramos de boquerones aportan una cantidad de calcio parecida a la de un vaso de leche. Y hablando de 'mineralogía' dietética, este pescado es rico en selenio, potasio, yodo, fósforo y hierro.

Un plato de boquerones bien fritos –que no queden aceitosos– es imbatible. Una escalera de color. Triunfo seguro. También lucen en moraga, otra palabra de inequívoco sabor sureño. Se trata de un guiso marinero con varios ingredientes, vegetales y marítimos, que llena la boca de sabor. Y están las 'espichás' con huevos fritos y ajos, que incluyen boquerones secos y se toman hasta como desayuno. También son elemento esencial de las migas más veraniegas, las que se toman al borde del mar, con su melón. Rico, sabroso y natural.

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