Borrar
De temporada: cereza

De temporada: cereza

Esta fruta pequeña, brillante y roja se consume sobre todo como postre, aunque proporciona ricas ensaladas y salsas para acompañar carnes y pescados

Isabel López

Viernes, 8 de junio 2018

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Las cerezas están desde hace semanas en el mercado. Las primeras, como siempre, a precios desorbitantes, que van relajándose conforme avanza la temporada de las Marvin, Garnet o Napoleón, algunas de las variedades más consumidas de una fruta rica en fibra y en hidratos de carbono, pero de valor calórico moderado con respecto a otras frutas. La cereza fresca es dulce y ácida a la vez, y esa combinación resulta agradable al paladar, igual que su textura, por lo general tersa y crujiente aunque algunas variedades resultan más blandas. Al natural es una de las frutas más consumidas para rematar muchas comidas en el verano, aunque con ella se elaboran también una amplia gama de postres fríos o calientes como mousses, mermeladas, compotas y tartas.

Pero las cerezas pueden además figurar en primeros y segundos platos. Por ejemplo, en ensaladas, donde la combinación de esta fruta con lechuga, nueces y queso azul resulta de lo más apetitosa. Y como guarnición de platos principales de carnes y pescados. En Francia e Inglaterra las cerezas son habituales en salsas para acompañar caza, cerdo y aves: basta cocinarlas lentamente deshuesadas –no es una tarea tan latosa como pueda parecer– con un poco de mantequilla para obtener un sabroso condimento. Si el objetivo es alegrar pescados blancos es suficiente con preparar una salsa con las cerezas deshuesadas, aceite de oliva, sal, azúcar moreno y vinagre balsámico.

Al adquirir esta fruta en el mercado hay que elegir las que tienen color vivo, sea rojo oscuro o casi negro, según la variedad, con la piel firme, brillante y entera y con los tallos, bien unidos al fruto, verdes y frescos. En casa conviene guardarlas en la nevera sin tapar, ya que así aguantarán varios días. No hay que lavarlas hasta el momento en que vayamos a consumirlas frescas o a utilizarlas para cocinar.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios