Sandías para aplacar la sed y cuidar el sistema cardiovascular y la piel
Una de las frutas por antonomasia del verano, pues hidrata y tiene un efecto saciante. Además, es baja en calorías y muy recomendada en dietas
Jesús Lens
Jueves, 1 de septiembre 2022, 00:25
Ya no se ven como antes, pero la imagen de una gran sandía medio enterrada en la arena, a la orilla del mar, para que estuviera fresquita a la hora de comer, era la mejor descripción visual de los veranos eternos de la España del siglo XX. ¿Melón o sandía? Es una de las preguntas habituales a la hora de rematar los almuerzos de julio y agosto. Son la fruta del verano, tan populares como la barbacoa o la canción 'Despechá'. Y no es de extrañar, dadas las propiedades de la sandía y sus aportes nutricionales en tiempos de calor. Lo primero y más importante: el elemento principal de la sandía es agua, que más del 90% de su contenido está conformado por el líquido elemento.
De hecho, si exprimiéramos una raja obtendríamos fácilmente medio vaso de agua dulce. Por esa misma regla de tres, es una fruta baja en calorías y muy recomendada en dietas, para nada milagrosas en este caso: como también tiene fibra y efecto saciante, es buena para el tránsito intestinal y para comer menos. Pero el gran tesoro de la sandía, una fruta originaria del África tropical, el que le da su flamante color rojo vivo es el licopeno, el mismo antioxidante propio de los tomates, pero que en la fruta veraniega se encuentra una vez y media más que en la misma cantidad de tomate. Así las cosas, la ingesta de sandía es buena para el corazón y la tensión, además de cuidar la piel.
Al ser buena para el corazón, la sandía contribuye a que, con la mayor circulación de sangre en el organismo, esta llegue con mayor facilidad al pene, por lo que se produce un efecto viagra de lo más sano, natural y reconfortante. En la misma línea, es una fruta con mucha utilidad para deportistas por sus cualidades analgésicas y antiinflamatorias. Licuada, la sandía también contribuye a mitigar los efectos de la fatiga o el cansancio extremos provocados por una dosis de ejercicio intenso.
Aunque la sandía es originaria de África tropical, en México se la considera como su fruta nacional por una cuestión de tonalidades: sus colores verde, blanco y rojo son los de la bandera de México. De hecho, cuenta la leyenda que Guerrero e Iturbide se inspiraron en los colores de una raja abierta de sandía para diseñar la bandera del país americano. ¿Será por eso que artistas mexicanos como Frida Kahlo, Diego Rivera o Rufino Tamayo la utilizaran en sus cuadros como símbolo político, además de representar la sensualidad y el erotismo?
Cortezas, pipas y gazpachos
Como ocurre con las pepitas del melón, las de la sandía se pueden comer tostadas, como si fueran pipas. La corteza también tiene buenas propiedades, pero hay que trabajarla bien y combinarla con otros alimentos, pues su sabor es muy fuerte. Una forma de tomar la sandía que cada ve tiene más auge es el gazpacho, combinándola con los tomates, el pimiento, el ajo y un poco de pan duro, además de agua, sal, aceite de oliva virgen extra y vinagre. Y un consejo: hay que comprar las sandías en su punto, que una vez cortadas de la planta, ya no maduran. Eso sí: cortada y en el frigorífico, aguantan perfectamente un par de días sin merma de sus propiedades.