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Fruta deshidratada: ¿Qué aporta? ¿Cómo comerla?

Fruta deshidratada: ¿Qué aporta? ¿Cómo comerla?

Es una forma diferente de saborear muchas y variadas frutas, que cada vez hay más modalidades a nuestra disposición

Jesús Lens

Viernes, 24 de enero 2025, 16:38

Los más conocidos son los higos secos, los orejones (albaricoques) y las uvas pasas, pero cada vez son más los tipos de fruta que se puede encontrar deshidratada, lo que permite comerla en todo momento y lugar de una forma cómoda y sencilla. El mango, en concreto, está muy de moda. Como la fresa, la piña, el plátano o la manzana.

Históricamente se secaba la fruta al sol, reduciendo todo componente húmedo, de forma que perdía peso a la vez que se incrementaba y potenciaba su sabor y ganaba en vida útil, que se trataba de un medio de conservación de los alimentos: al eliminar el agua, los microorganismos que provocan la putrefacción no encuentran campo abonado a su crecimiento.

A través del proceso de deshidratación, la fruta mantiene la mayoría de sus propiedades, aunque pierde parte de las vitaminas. Sigue aportando al cuerpo nutrientes básicos a la vez que supone un chute de energía. Contribuye a combatir la anemia gracias al incremento de glóbulos rojos y resulta cardiosaludable. Suma fibra, lo que hace que tenga efecto saciante y que sea un snack muy bien valorado; y además atesora las propiedades laxantes habituales en la fruta. También contribuye a fortalecer los huesos. Es importante resaltar que no incrementa los niveles de azúcar: al eliminarse el agua, se produce una mayor concentración, pero la fruta deshidratada no tiene más azúcar que la fresca, aunque pueda dar esa sensación.

Las gemas de la corona

Un popurrí de nuestras frutas 'secas' favoritas irá de lujo como relleno de bizcochos, algo que se viene haciendo desde el comienzo de los tiempos. Puede ir dentro de la masa y también como decoración exterior. Es idónea como complemento para alegrar y enriquecer las ensaladas, a las que aporta no sólo su sabor sino también la textura. En el desayuno acompaña a los yogures y a las tablas de quesos les aporta su colorido, además de su sabor para limpiar el paladar y aportar un toque dulce. Y en el Roscón es una de las primeras 'peleas' culinarias del año. Las frutas deshidratadas y escarchadas de vivos colores que representan a las gemas de una corona regia generan adhesiones incondicionales, pero también odios viscerales.

Ojo a la hora de comprar envasada, que en determinados procesos industriales se les añade sacarosa para incrementar su sabor dulce. En ese caso, ya hablamos de otra cosa.

Al sol que más calienta

Podemos 'tostar' la fruta a unos 29 grados al sol durante un par de días si queremos deshidratarla de la misma manera que se viene haciendo desde tiempos inmemoriales que está documentada ya en las tablillas cuneiformes de la antigua Babilonia. La otra opción es pasar la fruta por el horno a una temperatura constante que no supere los 55 grados, colocada en la rejilla debidamente troceada y dándole vueltas cada 20 minutos aproximadamente. Cada fruta requerirá su tiempo hasta quedar bien seca, en una horquilla de dos a cuatro horas.

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