Carioca, pescado blanco sabroso
También conocida como pijota o bacaladilla, es rica en nutrientes, aporta mucho Omega 3 y contribuye a fortalecer dientes y huesos
Jesús Lens
Viernes, 3 de marzo 2023, 16:31
Hay nombres que los carga el diablo. La pijota, por ejemplo. Uno la ve en la carta en las tabernas del sur y la pide bajando la voz, como pidiendo perdón. Encargar unas pijotas bien fritas tiene su aquel. Y si a eso le sumamos que pertenecen a la familia de los merlúcidos, nos queda una especie de diálogo de besugos ideal para los tebeos de Ibáñez.
Será por eso que también se conoce como carioca, bacaladilla a uno de los pescados blancos más sabroso de nuestros mares, sea el Cantábrico o el Mediterráneo. Sabroso porque es fiero y no duda en atacar y zamparse a cuantos pescados más pequeños se le cruzan por el camino. Eso hace que resulte particularmente atractiva a nuestro paladar. Sabor hondo, carne blanca muy consistente y fácil de comer y una textura deliciosa.
Morderse la cola
La pijota es un pescado blanco que también se muerde la cola, como su hermana mayor. Y es que cuando presenta más tamaño, la bacaladilla se convierte en la célebre pescadilla, animal metafórico y referencial. La pescadilla que se muerde la cola hace referencia a un ciclo infinito sin principio ni final, como el Ouroboros mitológico, la serpiente que se devora a sí misma. La socorrida expresión hace referencia a la kafkiana situación en la que se piden a la vez dos cosas contradictorias, generando un imposible.
La carioca apenas aporta 76 kilocalorías por cada 100 gramos. Y algo más de 17 gramos de proteínas por solo 0,7 gramos de grasa, por lo que es un pescado idóneo para las dietas, ingrediente que las hace menos sosas y aburridas. Eso sí, como más rica está es enharinada y bien frita, con su piel crujiente. Y es que no se puede tener todo, que hervida es como mejor sienta al cuerpo que lucha por perder lorzas.
Junto a su alto aporte en proteínas, la pijota es rica en ácido graso Omega 3, el bueno, el que combate el colesterol. Y sus notables dosis de fósforo y calcio contribuyen a fortalecer dientes y huesos. Añadamos que el magnesio y el potasio son beneficiosos para el mejor funcionamiento del sistema nervioso y que el pescado banco también aporta vitamina B, buena para el flujo sanguíneo y el rejuvenecimiento celular.
Frita, asada, hervida, a la plancha..
Como buen pescado blanco, la carioca admite diversas preparaciones y siempre sale muy rica gracias a la potencia de sabor de su carne. Sobre la fritura, nos remitimos a la Pardo Bazán. También se puede preparar en forma de pavías y rebozada en pan rallado o harina, a la romana. Para que no engorde, al vapor con su chorro de aceite, perejil y dos dientes de ajo, la pijota sale exquisita, igual que al horno, donde conviene añadirle algo más de ajo. En este caso, viene bien pedir que le abran los lomos en la pescadería. Del famoso recetario de la Pardo Bazán: «La pescadilla se fríe en forma de rosca, de modo que la cola esté cogida por los dientes del pez. Se envuelve en harina y, en cuanto al grado de achicharramiento, depende de que agrade más o menos crocante la fritura».