Sabiduría popular sobre el amor y la comida

¡Cómo somos los latinos! La comida nos gusta de tal modo, disfrutamos tanto con ella, que la citamos hasta cuando hablamos de amor. Lo declaras y te pones como un tomate, te dicen que sí y ya todo te importa un pimiento... o se te adelantan y te comen la tostada. Todo puede ocurrir.

La semana pasada hablábamos de las muchas expresiones de la lengua castellana referidas a los alimentos, que ponen de manifiesto el interés de la población mediterránea por una alimentación saludable. También lo cree así la especialista Nerea Gil, endocrinóloga de la red IMQ. «Nuestra cultura gira alrededor de la alimentación y es muy fácil hacer comparaciones con los alimentos, porque te permiten jugar con el color, la cantidad, la importancia, el valor que le das a cada uno», reflexiona.

En esta segunda entrega que prometimos con expresiones populares sobre alimentación hemos pensado centrarnos en el amor. Comida y amor puede ser una buena combinación.

1. Ser tu media naranja. El mito romántico por excelencia, que hace referencia a la existencia y búsqueda de esa otra persona que, supuestamente, le complementa a uno. Lo describió Aristófanes, un clásico de la antigua Grecia, que contó que la raza humana, al principio, era casi perfecta, de formas esféricas como naranjas. Con cuatro brazos, cuatro piernas... pero eran tan vanidosos y soberbios que Zeus, enojado, los partió en dos pedazos. Tristes y desolados, comenzaron entonces a buscar su otra mitad para abrazarse a ella.

2. El amor entra por el estómago. Está claro; para la conquista mejor bombones que flores. Una comida siempre es una buena forma de enamorar y de celebrar el amor. Incluso con flores en la mesa...

3. Aquí hay tomate. Ja, ja! Es una forma de decir que entre dos hay lío, parece que va a haberlo o también «modestamente creo que sí, que tengo posibilidades...». No se sabe muy bien de dónde procede esta expresión. Se sabe que hay un chotis de 1935 titulado precisamente así.

4. Te dan calabazas. ¡Pues no parece que había tantas posibilidades, tu gozo en un pozo, chaval! Gonzalo Correas, en su 'Vocabulario de refranes y frases proverbiales', cuenta que las calabazas se utilizaban como flotadores para aprender a nadar. Cuando uno se manejaba bien en el agua se abandonaban;y de ahí la expresión. Aunque también tiene otro matiz: los griegos consideraban la calabaza como un antiafrodisíaco.

5. Te importa un pimiento. Que es lo que acaba diciéndose cuando a uno le dan calabazas. O de otras formas también muy gastronómicas: me importa un rábano, un comino, un pepino.

6. Dársela a alguien con queso. Si te la dan es que te han engañado. En el amor o en lo que sea. El origen de esta expresión tiene que ver, al parecer, con los mercados medievales, donde los mercaderes intentaban colar el peor vino dando previamente a probar a sus clientes más incautos un poco de queso mojado en aceite,

7. Se te va a pasar el arroz. La típica murga de las madres y suegras que quieren nietos y no llegan. Nunca fue una expresión de buen gusto y hoy está considerada como 'políticamente incorrecta'.

8. Las penas con pan son menos. Un clásico que Cervantes recoge en 'El Quijote'. Claro, disponer de alimento alivia la angustia y le dolor.

9. Azúcar y canela hacen a la vida buena. ¡Y es cierto! Las relaciones amorosas necesitan chispa, optimismo... ¡azúcar!

10. Más vale pan con amor que gallina con dolor. Por supuesto, el amor es la mayor riqueza. Más vale una vida humilde con él que una de opulencia, pero completamente vacía.

11. ¡Eres un bombón! Dulce, cariñosa, atractiva, un corazón de oro...

12 ¡Y tú, la pera! Gracioso, simpático, ocurrente... ¡Esas cosas que se valoran!

y 13. Poner toda la carne en el asador. Que es de lo que tratan las relaciones humanas. El amor se cocina cada día. Unos días menú del día, otro a la carta, alguno igual no hay para comer, pero se trata de tener preparada siempre la mesa.

Esto de comer da para mucho. La próxima semana volvemos a la nutrición.