La comida a domicilio, a prueba

La mejor mesa es la que se prepara en casa, pero si un día se quiere tirar de móvil es muy importante saber elegir bien

Viernes, 30 de octubre 2020, 00:24

Siempre encontramos una justificación para echar mano de la comida rápida. 'Hoy no tengo tiempo', 'por un día no pasa nada', 'llevo toda la semana con un estrés horrible...' ¡Aaay! Existen mil y un maneras de darse el gusto y premiarse sin tener que recurrir a hamburguesas de un euro y menús de tres; que en salud, más que en cualquier otro ámbito, lo barato sale caro. Aún así, si algún día piensa pedir comida a domicilio –que, no nos engañemos, lo hará–, elija bien. Hoy le contamos cómo, pero antes de meternos en harina rápida, recordemos tres criterios que deberían guiar nuestra forma de sentarnos a la mesa.

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El primero. La 'regla de oro' de una alimentación sana y equilibrada, según siempre ha dicho la que fue jefe de Nutrición del hospital de Cruces, Lucía Laborda, ya jubilada, es «muy sencilla: más fruta, más verduras y más lácteos; y menos carnes, menos embutidos y menos dulces». No olvide en su plato las legumbres, dos o tres veces por semana; y añádale le más pescado.

El médico y nutricionista Javier Aranceta, de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, aporta el segundo criterio que nunca se debe olvidar. 'Hay que comer de todo en pequeñas cantidades'. «Poner a la gente a dieta fue un error», afirma. El secreto es mantener una alimentación cercana a la dieta tradicional y acompañarla siempre de ejercicio. No hace falta machacarse en el gimnasio, basta con una hora de caminata ligera al día.

La comida rápida deprime

La psiquiatra Ana González-Pinto, presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica aporta una tercera razón, basada en la evidencia científica. El consumo habitual de comida rápida incrementa entre un 33% y un 51%, según distintos estudios, el riesgo de desarrollar una depresión. Dicho de otra manera: la comida basura es deprimente.

¿Pero le gusta la comida a domicilio? No hay problema. La experta en calidad de la industria alimentaria Gemma del Caño y la dietista Beatriz Robles han elaborado para la revista 'Consumer' un análisis nutricional de los menús internacionales que más demandan los consumidores. El que sigue a continuación es un resumen de lo que cuentan ambas expertas.

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1. Hamburguesa con patatas fritas. Todo un clásico, como cantaría Bruce Springsteen, 'nacido en Estados Unidos'. Lo mejor de una hamburguesa son sus proteínas, siempre y cuando se trate de carne 100% de ternera y pollo. «Hay que cerciorarse». Debe huirse de los menús baratos, de las raciones 'gigantes' y de los refrescos, tanto como de las ensaladas con «bacon, pollo frito y salsas de queso».

2. Pizza. Las pizzerías italianas de Estados Unidos, nuevamente, abrieron el camino a la comida a domicilio. Tienen de bueno sus ingredientes, pura dieta mediterránea, pero la masa de las grandes cadenas deja mucho que desea. El consejo de las expertas, decántese por pizzas de masa fina de restaurante, elaboradas con harina integral y ricas en verduras.

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3. Comida mexicana. Tacos, nachos y quesadillas son la tercera opción más demandada en las grandes cadenas de distribución. Contienen aguacate, rico en vitaminas A, B, ácido fólico, fibra y grasas saludables, pero demasiada salsa con alto contenido en sal, azúcar y harina refinada.

4. Japonesa: sushi y sashimi. El pescado azul y las algas contienen vitaminas muy interesantes, fibra y ácidos grasos. La salsa de soja contiene mucha sal y hay que asegurarse que el pescado utilizado es bueno y reconocible, no surimi.

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5. Menú indio. Lo mejor son sus especias y sus postres, deliciosos y menos azucarados. La tendencia a pedir mucho plato y la abundancia de salsas ultraprocesadas arruinan toda ventaja nutricional.

El mejor plato rápido es el que se prepara en casa. Haga lo que haga, disfrútelo.

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