Una mujer gobernará por primera vez Estonia
La liberal Kaja Kallas estará al frente del Gobierno gracias a un pacto entre su formación política, el Partido de la Reforma, y el Partido de Centro del primer ministro saliente, Juri Ratas
JOSÉ FÉLIX CACHORRO
Lunes, 25 de enero 2021, 16:12
La liberal Kaja Kallas se convertirá esta semana en la primera mujer al frente del Gobierno de Estonia, gracias a un pacto entre su formación política, el Partido de la Reforma, y el Partido de Centro del primer ministro saliente, Juri Ratas, que dimitió tras un escándalo de corrupción. Esta decisión disolvió la coalición de centro-derecha en el poder, que incluía al partido de extrema derecha EKRE.
Kallas es una europeísta convencida e hija del ex primer ministro estonio y ex vicepresidente de la Comisión Europea, Siim Kallas. De hecho, la primera mujer que gobernará Estonia fue una influyente eurodiputada que siempre se ha caracterizado por la defensa de las pequeñas y mediana empresas, mientras considera que las reglamentaciones no deben obstaculizar la revolución tecnológica digital que favorezca la innovación. Esta abogada de 43 años tiene como prioridad al frente del Gobierno combatir la pandemia y la crisis económica.
El país báltico también tiene desde 2016 al frente de la Presidencia a una mujer, Kersti Kaljulaid, de 51 años, que estuvo en el Tribunal de Cuentas de la UE. El nuevo Gobierno estonio contará con otras integrantes femeninas -seis de catorce cargos-, ya que la exministra de Exteriores Keit Pentus-Rosimannus dirigirá Finanzas y la embajadora Eva-Maria Liimets encabezará la diplomacia. La misma Kallas explicó que para formar el Ejecutivo ha intentado «lograr un equilibrio basándome en diferentes criterios. El equilibro de género es importante para mí, ya que hay mujeres muy capaces. También es importante un equilibrio en términos de experiencia».
La dimisión de Ratas y de todo su gabinete ha abierto la puerta a Kallas. La Fiscalía investiga ahora si el Partido de Centro y algunos de sus principales líderes se vieron implicados en el supuesto desvío de 39 millones de euros para ayudar en las obras de un proyecto inmobiliario y obtener así apoyo empresarial de cara a las próximas elecciones.