El coronavirus desvela las irregularidades de la industria cárnica de Alemania

El número de infectados por el brote de coronavirus detectado en el matadero y la fábrica de procesamiento de carne de la empresa alemana Tönnies, ubicada en el distrito de Gütersloh, ha aumentado a 730 personas. Las autoridades sanitarias de la región subrayaron ayer que hasta ahora se conocen los resultados de los test hechos a 1.106 empleados, pero que faltan por saberse los de otros 5.300, que también han sido sometidos a pruebas para saber si han resultado contagiados, por lo que es de esperar que el número de afectados aumente apreciablemente.

Todos los empleados se encuentran en cuarentena domiciliaria obligatoria. La gran mayoría son matarifes y carniceros procedentes de países del Este europeo, fundamentalmente de Rumanía y Bulgaria, que viven en condiciones de hacinamiento e higiene deficiente en barracones y viviendas compartidas que han facilitado la propagación del virus. La fábrica, la mayor de Alemania, ha sido cerrada por las autoridades y los colegios y guarderías de la localidad asimismo han suspendido preventivamente sus actividades.

Este caso ha abierto un debate sobre las subcontratas y los bajos sueldos en la industria cárnica germana. El Estado federado de Renania del Norte-Westfalia va a presentar una iniciativa federal en el Bundesrat, la Cámara alta alemana, para acabar con los bajos precios de venta al público en el sector, causa última de la masificación laboral de los mataderos y los brotes de coronavirus, según ese Gobierno regional. Hay que verificar toda la cadena de producción «desde la cuadra hasta el plato del consumidor», dijo la ministra de Agricultura y Protección del Consumidor de ese Estado, Ursula Heinen-Eser, quien denunció que «existen ofertas en los supermercados que ponen los pelos de punta, ya que los productos cárnicos se venden muy por debajo de su coste de producción».

Mientras tanto, la Fiscalía de Bielefeld ha abierto un sumario por sospechas de vulneración de la ley de protección contra infecciones y las normas adoptadas a raíz de la extensión del coronavirus por Alemania.

Por otra parte, al menos veinte vecinos de un bloque de viviendas en la localidad de Kassel, en el céntrico Estado federado de Hesse, se han infectado también con el virus SARS-CoV-2, según anunciaron las autoridades sanitarias de esa región germana. Entre los contagiados se encuentran dos niños que acuden a una escuela de enseñanza básica. Por ese motivo el Ayuntamiento de Kassel ha ordenado el cierre de este colegio en el barrio de Bettenhausen, mientras se realizan test a todos los habitantes del inmueble, declarado por completo en cuarentena. No han informado, sin embargo, aún sobre el número de personas afectadas por el nuevo brote.