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Mauricio Arturo Vilanova tiene 60 años y es el alcalde de San José Guayabal, una pequeña localidad de El Salvador, pero bien podría ser el sheriff, porque dedica parte de su tiempo a patrullar armado las calles de su pueblo. A la menor alerta, toma la pistola y el fusil de asalto y se enfrenta a las maras que aterrorizan a la población y se adueñaron de algunos barrios hace años. Hoy, San José Guayabal es uno de los pocos municipios del país que está libre de las temidas maras: han sido erradicadas durante su mandato.
Mauricio Arturo Vilanova tiene 60 años y es el alcalde de San José Guayabal, una pequeña localidad de El Salvador, pero bien podría ser el sheriff, porque dedica parte de su tiempo a patrullar armado las calles de su pueblo. A la menor alerta, toma la pistola y el fusil de asalto y se enfrenta a las maras que aterrorizan a la población y se adueñaron de algunos barrios hace años. Hoy, San José Guayabal es uno de los pocos municipios del país que está libre de las temidas maras: han sido erradicadas durante su mandato.
Mauricio Arturo Vilanova tiene 60 años y es el alcalde de San José Guayabal, una pequeña localidad de El Salvador, pero bien podría ser el sheriff, porque dedica parte de su tiempo a patrullar armado las calles de su pueblo. A la menor alerta, toma la pistola y el fusil de asalto y se enfrenta a las maras que aterrorizan a la población y se adueñaron de algunos barrios hace años. Hoy, San José Guayabal es uno de los pocos municipios del país que está libre de las temidas maras: han sido erradicadas durante su mandato.
Mauricio Arturo Vilanova tiene 60 años y es el alcalde de San José Guayabal, una pequeña localidad de El Salvador, pero bien podría ser el sheriff, porque dedica parte de su tiempo a patrullar armado las calles de su pueblo. A la menor alerta, toma la pistola y el fusil de asalto y se enfrenta a las maras que aterrorizan a la población y se adueñaron de algunos barrios hace años. Hoy, San José Guayabal es uno de los pocos municipios del país que está libre de las temidas maras: han sido erradicadas durante su mandato.
Mauricio Arturo Vilanova tiene 60 años y es el alcalde de San José Guayabal, una pequeña localidad de El Salvador, pero bien podría ser el sheriff, porque dedica parte de su tiempo a patrullar armado las calles de su pueblo. A la menor alerta, toma la pistola y el fusil de asalto y se enfrenta a las maras que aterrorizan a la población y se adueñaron de algunos barrios hace años. Hoy, San José Guayabal es uno de los pocos municipios del país que está libre de las temidas maras: han sido erradicadas durante su mandato.
Mauricio Arturo Vilanova tiene 60 años y es el alcalde de San José Guayabal, una pequeña localidad de El Salvador, pero bien podría ser el sheriff, porque dedica parte de su tiempo a patrullar armado las calles de su pueblo. A la menor alerta, toma la pistola y el fusil de asalto y se enfrenta a las maras que aterrorizan a la población y se adueñaron de algunos barrios hace años. Hoy, San José Guayabal es uno de los pocos municipios del país que está libre de las temidas maras: han sido erradicadas durante su mandato.
Mauricio Arturo Vilanova tiene 60 años y es el alcalde de San José Guayabal, una pequeña localidad de El Salvador, pero bien podría ser el sheriff, porque dedica parte de su tiempo a patrullar armado las calles de su pueblo. A la menor alerta, toma la pistola y el fusil de asalto y se enfrenta a las maras que aterrorizan a la población y se adueñaron de algunos barrios hace años. Hoy, San José Guayabal es uno de los pocos municipios del país que está libre de las temidas maras: han sido erradicadas durante su mandato.
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Mauricio Arturo Vilanova tiene 60 años y es el alcalde de San José Guayabal, una pequeña localidad de El Salvador, pero bien podría ser el sheriff, porque dedica parte de su tiempo a patrullar armado las calles de su pueblo. A la menor alerta, toma la pistola y el fusil de asalto y se enfrenta a las maras que aterrorizan a la población y se adueñaron de algunos barrios hace años. Hoy, San José Guayabal es uno de los pocos municipios del país que está libre de las temidas maras: han sido erradicadas durante su mandato.
Mauricio Arturo Vilanova tiene 60 años y es el alcalde de San José Guayabal, una pequeña localidad de El Salvador, pero bien podría ser el sheriff, porque dedica parte de su tiempo a patrullar armado las calles de su pueblo. A la menor alerta, toma la pistola y el fusil de asalto y se enfrenta a las maras que aterrorizan a la población y se adueñaron de algunos barrios hace años. Hoy, San José Guayabal es uno de los pocos municipios del país que está libre de las temidas maras: han sido erradicadas durante su mandato.
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