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Miércoles, 11 de abril 2018, 16:16

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Un plato lleno de peludas tarántulas del tamaño de un puño resulta en Camboya un preciado manjar, en especial cuando se preparan fritas, con ajo, en una olla chisporroteante. Pero el disfrute de esta gollería, que algunos comparan con el delicado sabor del cangrejo, está en peligro. Las junglas donde habitan estos arácnidos desaparecen lentamente. Camboya, con una de las tasas de deforestación más rápidas del mundo, ha perdido el 20 % de su masa forestal desde 1990.

TANG CHHIN - AFP
Un plato lleno de peludas tarántulas del tamaño de un puño resulta en Camboya un preciado manjar, en especial cuando se preparan fritas, con ajo, en una olla chisporroteante. Pero el disfrute de esta gollería, que algunos comparan con el delicado sabor del cangrejo, está en peligro. Las junglas donde habitan estos arácnidos desaparecen lentamente. Camboya, con una de las tasas de deforestación más rápidas del mundo, ha perdido el 20 % de su masa forestal desde 1990.
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