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El primer ministro británico, Boris Johnson. afp
Johnson y los unionistas inician la batalla con la UE

Johnson y los unionistas inician la batalla con la UE

Los pasos de los últimos días ponen en duda el futuro de las instituciones del Acuerdo de Viernes Santo

íñigo gurruchaga

Londres

Miércoles, 11 de mayo 2022, 18:46

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La revuelta unionista contra los controles fronterizos entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte tras el 'brexit' y otros aspectos del Protocolo del 'brexit' ha acelerado tras las elecciones autonómica de la pasada semana. Puede causar el derrumbe de las instituciones creadas en el Acuerdo de Viernes Santo y quebrar el tratado comercial entre la Unión Europeo y el Reino Unido.

La posibilidad de que la crisis sobre el Protocolo destruya el sistema de gobernación diseñado en 1998 era considerada por observadores de la política norirlandesa antes de las elecciones. Los más optimistas auguraban que la resolución exigiría al menos una segunda votación. Lo acontecido en las últimas horas justifica el pronóstico pesimista.

En la noche del martes, horas después de que el Gobierno anunciase un programa legislativo en el que solo incluía sobre Irlanda del Norte una ley basada en un acuerdo entre los partidos hace una década, la ministra de Exteriores, Liz Truss, publicó una declaración en la que rechaza propuestas que la Comisión presentó en octubre y afirma estar dispuesta a «emprender acciones que estabilicen Irlanda del Norte».

La ministra ofrece una lista de ejemplos de los trámites burocráticos exigidos por la UE para evitar que la región sea un puerto de entrada y salida de mercancías ilegales en la UE Su interlocutor, el vicepresidente de la Comisión, Maros Sefcovic, ha reprochado al Gobierno británico que no ofrezca reformas «creativas» y ha cerrado de nuevo la posibilidad de negociar el tratado.

Jeffrey Donaldson, líder del Partido Democrático Unionista(DUP), ha expresado, tras hablar con el primer ministro, Boris Johnson, que «al fin estamos llegando al momento de prepararnos para actuar». Mantendrá su escaño en Westminster «hasta que haya una solución sobre el Protocolo», en vez de tomar el puesto de viceministro principal en Belfast que en teoría le corresponde.

Pulsos

No retrocede sino que aumenta el envite. Los diputados del mayor partido unionista se reunirán el viernes en Stormont, el monumental edificio en el este de Belfast que acoge la Asamblea y las oficinas del Gobierno autonómico. Donaldson decidirá con ellos si nominan a los ministros del Ejecutivo compartido. Si no lo hacen, la actividad de la autonomía será más debilitada.

No es la primera vez que el sistema colapsa por la retirada de uno de los dos partidos que forzosamente comparten el liderazgo. El Sinn Féin lo paralizó desde 2017 a 2020 con la dimisión del viceministro principal, Martin McGuinness. Para evitar ese vacío, el Parlamento de Londres aprobó en febrero una ley que permite en esos casos que sigan activos la Asamblea y los ministros, con poderes limitados.

La restauración de la autonomía depende ahora del DUP. Su programa electoral afirmaba que juzgarán cualquier reforma del Protocolo por estos principios: que el comercio no se desplace a otros mercados, que no haya frontera en el mar de Irlanda, que dé voz a la población de Irlanda del Norte en las leyes que la gobiernan, que no haya controles de bienes entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que no haya nuevas barreras si no las aprueban la Asamblea y el Ejecutivo.

No es concebible que la Comisión Europea borre al menos cinco artículos del Protocolo, regulando el movimiento de mercancías y la gobernación del mercado común, para satisfacer a Londres o a los unionistas. El Gobierno de Boris Johnson, de quien desconfía el 84% de la población norirlandesa, según un reciente sondeo, parece sin embargo dispuesto a iniciar en los próximos días los trámites para un enfrentamiento prolongado y sin pacto imaginable con la UE.

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