Carlos III destaca la «autodeterminación» de Canadá ante las amenazas de Trump
El monarca británico pronuncia el discurso del trono en el Parlamento de Ottawa como muestra de apoyo a la soberanía del país
El rey Carlos III ha destacado este martes la independencia de Canadá al pronunciar el discurso inaugural del Parlamento en la capital Ottawa, en un ... contexto marcado por las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de convertir a su vecino en el Estado 51 de las barras y estrellas. Una fotogografía histórica que no se había producido en casi medio siglo que un monarca británico pronuncia el «discurso del trono» y simboliza toda una declaración de intenciones ante las constantes insinuaciones del inquilino de la Casa Blanca.
El soberano, obligado por el cargo a mantener una estricta neutralidad política, hasta el momento nunca había comentado en público las declaraciones del mandatario estadounidense, por lo que su intervención generaba expectación ante cualquier alusión que podría hacer al respecto y esta respuesta al magnate ha llegado en un mensaje velado entre líneas.
«La democracia, el pluralismo, el Estado de derecho, la autodeterminación y la libertad son valores que los canadienses aprecian profundamente y que el Gobierno está decidido a proteger», ha declarado el monarca británico y jefe de Estado canadiense, a la par que ha reconocido que Canadá se enfrenta a un «momento crítico» con «desafíos sin precedentes» en el que las relaciones del país con sus socios «están cambiando» en un «mundo peligroso».
Carlos III ha reconocido que muchos canadienses se sienten «ansiosos y preocupados» por estos tiempos inciertos, pero confía en que los parlamentarios fueran «guardianes de los derechos y libertades fundamentales». En su intervención, durante la que ha intercalado el francés y el inglés, ha llamado a proteger la «soberanía» y la independencia.
Relación con EE UU
En el texto elaborado por el Gobierno de Mark Carney, Carlos III apuesta por «nueva relación económica y de seguridad entre Canadá y Estados Unidos basada en el respeto mutuo», algo que beneficiará a «ambas naciones soberanas». En este sentido, ha hecho alusión al libre comercio, lo opuesto a los aranceles estadounidenses.
Asimismo, el jefe de Estado espera que el nuevo Ejecutivo desencadene «una nueva era de crecimiento que garantizará que no solo sobrevivamos a las guerras comerciales en curso, sino que salgamos de ellas más fuertes que nunca». Una alocución que ha superado la media hora de duración y terminó con una cita a la letra del himno nacional. «El verdadero Norte es verdaderamente fuerte y libre», una declaración recibida con aplausos.
El Rey ha exhibido una sintonía y cercanía con el primer ministro Carney, que pretende utilizar esta visita, la primera desde que Carlos III ascendiera al trono, para resaltar la soberanía de este país que forma parte de la Commonwealth británica.
El jefe de Gobierno había calificado la visita del monarca como un «un honor histórico, a la altura de los desafíos» que enfrenta el país norteamericano. El soberano, de 76 años y que padece un cáncer desde hace más de un año, fue invitado especialmente por el primer ministro a la inauguración de la legislatura en la capital Ottawa.
Desde 1977
El discurso del trono, que sirve como inauguración oficial de la legislatura y es redactado por la oficina del primer ministro, habitualmente es pronunciado por el gobernador general, que representa a la Corona británica en Canadá. Hacía casi medio siglo que un monarca británico no protagonizaba este rito. Desde Isabel II, la difunta madre del rey Carlos III, sólo acudió a pronunciarlo en dos ocasiones durante su largo reinado: en 1957 y en 1977.
Miles de personas se han congreado a primera hora de la mañana del martes a lo largo del recorrido del desfile para ver al monarca también de Canadá. En un ambiente festivo, la gente ondeaba banderas canadienses y la Union Jack, la bandera británica.
Al ser preguntado Carnet sobre una valoración del viaje real tras despedirse de los reyes que marcharon entre vítores, su respuesta fue clara: «Ha sido una visita muy exitosa. Un buen recordatorio de la fortaleza de las instituciones canadienses». Tras realizar una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido en el centro de Ottawa, Carlos y Camila han puesto fin a sus dos días en Canadá.
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