¿Qué obtienen Baréin y EAU realmente?
Especialista en el Mundo Islámico contemporáneo
Miércoles, 16 de septiembre 2020, 00:59
Hace décadas que los países árabes del Golfo Pérsico colaboran en secreto con Israel por temor al creciente poder iraní, pero guardaban las formas y ... se negaban a aceptar la erradicación de Palestina. Ahora su miedo a Irán ha crecido tanto, sobre todo desde que Obama firmó un acuerdo nuclear con Irán, que parecen estar dispuestos a cualquier bajeza y a sacrificar a quien sea para garantizar el apoyo norteamericano y salvarse ellos. Primero, Emiratos Árabes Unidos; luego, Baréin probablemente bajo duras presiones saudíes. Luego vendrían Omán, Kuwait, Sudán, e incluso Catar, al que ofrecerían liberar del boicot que sufre desde hace años si acepta pasar por el aro. Por último, la propia Arabia Saudí.
Mientras tanto, los israelíes siguen apoderándose sin cesar de pequeños segmentos del territorio palestino: Unos pocos miles de metros cuadrados por aquí para abrir una carretera..., unas decenas de hectáreas para ampliar un asentamiento… Desde los acuerdos de paz de Camp David entre Israel y Egipto en 1979, Israel se ha apoderado de casi la mitad de Cisjordania. El territorio que conservan los palestinos se ha visto reducido a una serie de fragmentos dispersos y aislados entre sí, troceados por carreteras israelíes que los palestinos no pueden pisar, o pueden hacerlo con muchas restricciones. Si cuantificamos la media de hectáreas usurpadas cada año, hay base estadística para pronosticar que a este ritmo, para 2080 o incluso antes, a los palestinos no les quedará ningún territorio en absoluto. Los acuerdos de paz con Israel consisten en aceptar que Palestina sea devorada a cambio de… ¿de qué, exactamente?
Las ventajas que consiguen las petromonarquías son muy discutibles. Estos países ya son muy ricos. No necesitan ayuda económica o ventajas comerciales, y no sería fácil presionarles o coaccionarles si cierran filas. Si los ayatolás decidiesen reunir sus ejércitos y avanzar, Israel no podría hacer absolutamente nada útil para ayudar a sus nuevos aliados. Los únicos que podrían hacer algo son los norteamericanos. Ciertamente Washington nunca va a permitir que los iraníes controlen todos los yacimientos del Golfo Pérsico, así que ni los saudíes ni los pequeños emiratos necesitan pasar por el aro para tener garantizado que los ejércitos norteamericanos acudirán en masa, como cuando Sadam Hussein invadió Kuwait. Por lo tanto la jugada no está clara.
Queda por saber cómo va a reaccionar la población. Las pequeñas monarquías tienen un control prebendatario muy amplio de su población árabe autóctona, que además es una pequeña minoría entre la masa de emigrantes. Aun así es muy raro que en Baréin no hayan estallado de nuevo fuertes protestas contra el régimen, Arabia Saudí en cambio es otra cosa. El clero wahabí, represaliado y ninguneado por el príncipe heredero, Mohamed bin Salman, nunca va a tragar un acuerdo de paz con Israel, y su influencia en la población es considerable. Si Bin Salman reconoce a Israel, se arriesga a provocar un levantamiento. En tal caso, Oriente Próximo podría arder.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión