El recuento final confirma la victoria de Luis Arce en Bolivia

Un total de 7,3 millones de electores estaban llamados a las urnas y el 87% de la población acudió a votar. En números absolutos, Arce recibió el voto de 3,4 millones de bolivianos, lo que ayuda a reafirmar la victoria electoral del MAS con un margen muy amplio respecto a sus rivales políticos. El expresidente Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana, obtuvo el 28,83% de los sufragios, mientras que Luis Fernando Camacho, de Creemos, se tuvo que conformar con un 14%.

El candidato del MAS ya partía como favorito en las encuestas a pie de urna y muchos lo reconocieron como ganador hace días, entre ellos Mesa, el Gobierno interino de Jeanine Áñez y gran parte de la comunidad internacional. No así Camacho, líder de la formación Creemos, que anunció un paro hoy contra lo que considera un fraude electoral.

Parte de la población duda de la fiabilidad del recuento electoral, sobre todo en el Estado de Santa Cruz -bastión del partido Creemos-. En su capital, la mas poblada del país, la formación ha convocado hoy una protesta en rechazo del resultado de los comicios.

El órgano electoral atribuyó la lentitud del recuento a razones técnicas. En las anteriores elecciones, el 20 de octubre 2019, la oposición y la Organización de Estados Americanos (OEA) acusaron a la junta de manipular el resultado de los comicios a favor del presidente Evo Morales. En esta ocasión, el informe preliminar de la OEA determina que no ha habido fraude.

Dentro del MAS, en cambio, han visto el resultado de los actuales comicios como una prueba de que la OEA mintió en su informe de 2019, que resultó determinante para anular las elecciones bolivianas. Es más, el expresidente Morales, refugiado en Argentina, anunció que llevará el caso a la corte de La Haya, con la intención de sentar en el banquillo al secretario general de la organización, Luis Almagro.

Arce y su compañero de fórmula, el exministro de Exteriores David Choquehuanca, tomarán posesión en la primera mitad de noviembre, en un intento por favorecer una transición rápida para poner fin a la interinidad de la actual presidenta, Jeanine Áñez, que asumió el bastón de mando tras la dimisión y la huida del país de Morales.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) observa muy de cerca la vuelta al poder del MAS. Por el momento, el director del Departamento del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, aplaudió la victoria de Arce. El que fuera ministro de Economía durante doce años con Evo Morales es considerado el artífice del crecimiento económico del país y es visto con buenos ojos por el FMI, que califica su labor de «excelente». Por su parte, el MAS lleva meses frenando en el Parlamento la moción para obtener un crédito del Fondo Monetario por valor de 276 millones de euros, que conllevaría una intervención de esta institución en la economía boliviana.

En materia de política exterior Arce señaló que, como presidente, restablecerá las relaciones con Cuba, Venezuela e Irán. El Ejecutivo interino de Jeanine Áñez suspendió las relaciones diplomáticas con Cuba en enero por «la permanente hostilidad y constantes agravios» de su Gobierno. Arce, en cambio, tratará de tender puentes. «Vamos a restablecer todas las relaciones. Este Gobierno ha actuado muy ideológicamente, privando al pueblo boliviano del acceso a la medicina cubana, a la medicina rusa, a los avances en China», criticó ayer en una entrevista con la agencia Efe.