Borrar
Directo Norris gana el Mundial y Verstappen la última carrera del año
Responsables y jugadoras charlaron en euskera sobre la situación actual e historia del balonmano. A. L.

'Berbetan' también con el balonmano

Testimonios. ·

Responsables del club Errotabarri Eskubaloi Kirol Elkartea participaron en el último encuentro de reflexión sobre el euskera de esta edición

Sábado, 24 de junio 2023, 02:47

Comenta

El club Errotabarri Eskubaloi Kirol Elkartea ha sido protagonista esta semana de la última de las jornadas Berbetan de esta edición. Estas jornadas que reflexionan sobre el uso del euskera en Ermua, que ya desarrollaron dos encuentros, con Kike Amonarriz y Amelia Barkin hace un mes en la villa, han esperado a la conclusión de la temporada del club femenino de balonmano del municipio para poder charlar, esta vez en la plaza, con las responsables y jugadoras del club ermuarra en torno a su labor deportiva en la localidad.

Este club, que cuenta en la actualidad con 10 entrenadores y un centenar de jugadoras -número que ha descendido durante la pandemia, aunque se espera que aumente el próximo año con la entrada de otras 40 deportistas-, se mantiene gracias al trabajo de muchas personas voluntarias, entre las que se encuentran las que charlaron abiertamente en la plaza con el resto de ermuarras que se acercaron al encuentro organizado por Euskal Birusa. Allí se encontraban la coordinadora deportiva de Errotabarri, Sonia Gómez; la exjugadora profesional y jugadora actual del Errotabarri Mirene Moreno y la presidenta y responsable del área de euskera del club, Leire Álvarez.

En el acto se recordaron los comienzos del balonmano en la Ikastola Anaitasuna, «cuando José Andrés (profesor), ayudado por padres y madres, organizaban los entrenamientos al aire libre antes de entrar al colegio, sobre las ocho de la mañana, para poder ir después a clase», explicaban los moderadores de la charla, Gaizka Areitioaurtena y Jasone Izarra.

La presidenta del club recordaba precisamente que ella era una de esas niñas que entrenaba en esas peculiares condiciones. «Teníamos las rodillas destrozadas, porque entrenábamos y jugábamos con los suelos que tenían las canchas de los patios y al aire libre», contaba Álvarez. A lo que Moreno, que ha vivido el balonmano ermuarra años después, recordaba que «mis hermanas jugaron algo después y las rodilleras tenían un protector gigantesco, porque había que protegerse de esas caídas».

Esta exprofesional que ahora milita en las filas del equipo amateur senior del Errotabarri enumeró las ventajas de cada una de sus fases al pasar por el balonmano. «En la profesional solo estabas para el balonmano, aunque había gente que lo compaginaba con sus estudios, pero se disfrutaba mucho, ya que no hay nada comparable con la experiencia de ganar una copa de la reina o participar en un campeonato de Europa. Ahora he vuelto a Errotabarri, lo que me permite estudiar y disfrutar también del balonmano», explicaba.

Un club familiar

Gómez, que fue jugadora hasta hace cuatro años y ahora es coordinadora deportiva del club «para devolver al Errotabarri todo lo que me ha dado», animaba a la juventud que se encontraba entre el público a practicar el balonmano «porque me ha dado amigas, una muy buena experiencia de equipo, y la de las finales que hemos jugado», expresaba.

Esta sensación de equipo se traslada también a las familias de las jugadoras de Errotabarri, que continúan desplazándose para animar a sus conjuntos, pese a que en ocasiones se trate de largos viajes. «Muchas de ellas continúan trabajando por el club pese a que sus hijas ya no están jugando», agradecía la presidenta. Un ejemplo evidente de esta participación fue la jornada del Errota Eguna, celebrada el pasado domingo en Ermua, donde más de 260 personas se reunieron en torno al balonmano femenino para celebrar diferentes partidos y una comida en la que, sin duda, reinó un muy buen ambiente.

Durante el encuentro 'Berbetan' también se destacaron los cambios vividos por este deporte, que comenzó a practicarse, a nivel escolar, hace al menos 40 años en la villa.

Todas las niñas entran

Hay que tener en cuenta que hace años, el club de balonmano Ermua realizaba una selección de jugadoras y que, desde que se fundó Errotabarri, todas las niñas tienen la oportunidad de entrar en sus filas. De hecho, este es uno de lo valores que se destacaron durante el encuentro 'Berbetan' «todas las niñas tiene la oportunidad de jugar al balonmano. Tratamos de aportar valores como el respeto, entre otros muchos, ya que hemos visto cómo con trabajo y esfuerzo todo el mundo puede mejorar», aportaba la presidenta.

División de Honor Plata

El reto del club ermuarra en este momento «es que al menos las jugadoras del equipo senior no tengan que pagar por jugar, ya que se desplazan por todo el Estado y el esfuerzo es máximo». En este aspecto, cabe destacar que un pueblo de 15.000 habitantes cuenta con un equipo en División de Honor Plata femenina, y numerosos equipos de a partir de la categoría infantil, que se sustentan con la aportación del Ayuntamiento, las cuotas de las familias y la generosidad de varios patrocinadores locales.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo 'Berbetan' también con el balonmano

'Berbetan' también con el balonmano