Tamara Falcó e Iñigo Onieva, más independientes que nunca: él se va de fiesta y ella se refugia en la fe

El matrimonio de Tamara Falcó e Iñigo Onieva es una montaña rusa constante. Sus primeros planes de boda se vieron interrumpidos por culpa de una infidelidad del empresario en un festival de música en Estados Unidos, después se reconciliaron y se casaron, y tras unos meses juntos a todas horas, la pareja parece que empieza a priorizar sus vidas en solitario.

Que sean más independientes que antes no es sinónimo de crisis, una palabra que persigue a la pareja desde que se conocieron. Los paparazzi cazaron recientemente a Onieva de fiesta con unos amigos en una discoteca madrileña. Las fotos de la fiesta las publica la revista 'Diez minutos' en su número semanal de este miércoles. El empresario se fue a cenar junto a dos chicas y un chico al restaurante japonés Li-onna, y los cuatro acabaron moviendo las caderas de madrugada.

Según informa el entorno de Onieva a la revista, al parecer, el empresario estaría pasando una mala etapa. Su restaurante Casa Salesas no termina de despegar y el estrés laboral podría empezar a pasarle factura. Ese sería el motivo principal por el que ahora pasa tanto tiempo con sus amigos o practicando deporte. Pero en dichas actividades, no hay ni rastro de su mujer Tamara Falcó. La revista asegura que la marquesa se ha refugiado en su fe y en los últimos días se la vio en misa sin la compañía de su marido.

La pareja acudió recientemente a la inauguración de la feria ARCO y se mostró muy distante con la prensa. Llegaron con cara de muy pocos amigos y Onieva estuvo muy seco. Asegura esta revista que al empresario se le vio bastante incómodo en todo momento.

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