El príncipe Andrés, contra las cuerdas

La entrevista que concedió el sábado por la noche el príncipe Andrés a la BBC (la primera en la que hablaba públicamente de su amistad con el magnate Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual de menores y que se suicidó en su celda de Nueva York) no ha convencido a los súbditos británicos. Dos millones y medio de telespectadores siguieron pegados al televisor las dudas y las respuestas vagas con que el príncipe quiso sacudirse las directas preguntas formuladas por la periodista Emily Maitlis. Andrés, de 59 años, sólo reconoció el «error» de haberse alojado en la casa del pedófilo Epstein, pero no fue tan categórico sobre su relación con Virginia Giuffre, una de las 16 mujeres que han declarado haber sido víctimas de Epstein y que asegura haber sido obligada a mantener sexo con el duque cuando tenía 17 años. «No me acuerdo para nada haberme reunido con esa señora», afirmó. Expertos consultados por la prensa británica creen que la entrevista ha sido contraproducente para los intereses del príncipe, al que le critican haber dejado «demasiados cabos sueltos», según el abogado Mark Stephens, que representó a James Hewitt tras su supuesto romance con la princesa Diana. «Fue un error catastrófico. Esa estrategia solo funciona si das una respuesta total y completa a cada pregunta». Ayer mismo, Spencer Kuvin, letrado de tres de las presuntas víctimas de Epstein, contó en la BBC que la entrevista le pareció «triste» y «deprimente» y que «la realeza le había fallado». Por si fuera poco, para caldear aún más a la opinión pública británica, ayer salieron a la luz varias fotografías de los veranos de 2007 y 2008 con el duque de York de juerga junto a jóvenes modelos. En las imágenes del 'Daily Mail' se ve a un Andrés desatado en fiestas y rodeado de mujeres, lo que contrasta con la imagen que pretendió dar en la entrevista a la BBC, en la que aseguró que no era «un hombre que abrace a mujeres» ni un «príncipe de la fiesta». En algunas fotos, el hijo de la reina aparece agarrando la cintura de la 'socialitè' estadounidense Chris Von Aspen, a quien sujeta por la espalda. Otra reveladora imagen muestra a Aspen con la lengua fuera, lamiendo un hombro del príncipe mientras él sonríe a la cámara.