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La influencer María Amores, mujer del presentador vasco Ion Aramendi, acostumbra a mostrar su día a día a través de sus redes sociales. Esta vez, ha abordado una cuestión un tanto personal, como es la religión. «Una cosa 'rara' sobre mi: voy a misa (casi) todos los domingos», confiesa en una publicación en Instagram acompañada de varias imágenes en la que puede vérsele en la iglesia acompañada de sus hijos.
Aclara que denomina esa costumbre «rara» porque «la mayoría de mis amigos no irían a misa ni aunque les pagaran». «Mis padres no son nada religiosos y nunca nos impusieron nada relacionado con estas tradiciones. Yo me bauticé a los 14 años porque mi abuela nos llevó de extranjis en Oviedo», recuerda Amores, cuya madre es de origen asturiano.
«Casualmente, hace unos años, me tocó trabajar en un programa de televisión buscando monjas y me metí de lleno en un mundo que desconocía. Descubrí cosas malas malísimas y cosas buenas buenísimas de los católicos. Pero claramente me sentí muy cerca de los valores cristianos. Fíjate tú. Y hace dos años tomé la comunión con mi hijo. Fue muy bonito», continúa.
Explica que ir a misa es un momento en el que «reflexiono sobre la semana, sobre las cosas de las de me arrepiento, de las que me enorgullezco, doy mucho las gracias por la vida que tengo y mando energía a los míos que intuyo que la puedan necesitar. Y me hace bien». «Y es un 'plan' familiar. Nos hace salir a todos juntos los domingos por la mañana llueva o truene y tomarnos un aperitivo. Y chimpún. Respeta siempre las creencias y no creencias de los demás», termina.
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